lunes, 30 de marzo de 2009

Carrera de Armamentos y Dilema de la Seguridad.



Los términos "Carrera de Armamentos" y "Dilema de la Seguridad" son dos de las claves fundamentales para comprender la Seguridad Internacional. A pesar de su importancia capital, junto a otras claves, uno puede leer muchos manuales de Relaciones Internacionales en idioma castellano sin que lleguen a nombrarse.

La carrera de armamentos conecta profundamente con la Seguridad Internacional a través de la difundida (y fuertemente contestada) hipótesis de la relación de causalidad entre esta y el desencadenamiento de las guerras. La presente entrada se centrará en la carrera de armamentos, mas esta no puede entenderse sin el dilema de la seguridad. Esto es así debido a la propia definición y naturaleza de dichas carreras, en la que los Estados adquieren armamentos para lograr el poder o la seguridad. Siguiendo la obra de Barry Buzan "Introducción a los Estudios Estratégicos", pueden enumerarse cuatro características fundamentales de esas carreras. 1- Son procesos repetitivos, 2- competitivos, 3- recíprocos y 4 hostiles. Ya que según Steiner "las carreras de armamentos son procesos de ajuste repetido, competitivo y recíproco de la capacidad de hacer la guerra". Y según Colin Gray las carreras de armamentos ocurren cuando "dos o más grupos que, percibiendo que entre ellos existe una relación de hostilidad, incrementan o mejoran sus armamentos con rapidez y estructuran sus posturas militares respectivas prestando una atención general al comportamiento militar y político de los demás grupos, teniendo en cuenta el pasado, el presente y la situación previsible en el futuro".

El Dilema de la Seguridad hace referencia a la sencilla idea de que un Estado, al incrementar su capacidad militar contra la amenaza de otro Estado, lo que puede conseguir es en realidad el efecto opuesto, ya que el segundo Estado puede percibir ese incremento como una amenaza al ver empeorado en su contra el balance militar, y decida en consecuencia incrementar su capacidad militar como respuesta. Esto a su vez puede generar que el primer Estado vuelva a incrementar su capacidad bélica. Entrando ya en un proceso repetido, competitivo (el objetivo es "ganar" la carrera), recíproco (los dos Estados se prestan atención y recursos) y hostil (subyacen intensiones agresivas, como en la relación USA-URSS, no como en la relación USA-Canadá)(La relación USA-Canadá en el seno de la OTAN sería de un proceso repetido, cooperativo, recíproco y de aliados).

Siguiendo a Esther Barbé y Orietta Perni en "Más allá de la Seguridad Nacional", el dilema de la seguridad es una noción muy básica, introducida por John Herz en 1951. Se trata de una noción estructural según la cual los intentos de autoprotección de los Estados para preservar sus necesidades de seguridad tienden, a pesar de no ser esa su intención, a despertar sentimientos de inseguridad en los demás. En los años 70 Robert Jervis enriqueció analíticamente el concepto al dar un peso importante a factores subjetivos (psicológicos), no intencionales y de los aspectos interdependientes en las relaciones de seguridad.

Dos Estados en conflicto político, A y B, con una distribución de poder militar de 8 y 10 respectivamente, si A pasa 10, B bien puede interpretar esto como el paso de una situación de seguridad a otra de inseguridad, y pasar a 13, lo que podría hacer que A pase de sentirse seguro a inseguro y tratar de llegar a 13 o más. No en vano a este modelo para explicar el gasto en defensa de los países se le ha llamado de Acción/Reacción. Y puede seguir hasta que uno se retire, se alcance el nuevo equilibrio aceptado por ambos o se produzca una guerra que decida el conflicto político. Podemos ver claramente un detonante, el Estado A, la relación entre dos variables (que pasan de dependientes a independientes tras cada turno), que consisten en la capacidad militar de los Estados A y B, y la presencia de una variable interviniente (el número y proporción relativa de las capacidades militares).

Buzan pone el conocido caso de la carrera naval entre los Imperios británico y alemán antes de la Primera Guerra Mundial. En 1912 Gran Bretaña anuncia que superaría la construcción alemana de dreadnoughts en una proporción de 8:5 y construiría además dos buques equivalentes por cada uno extra que el país germano añadiese a su programa de construcción naval. Esto hace referencia a la magnitud de la carrera. Magnitud, Ritmo y Concienciación son tres conceptos para describir una carrera armamentística.

La Magnitud es el tamaño de la reacción que se produce en una carrera. Que pueden ser de sobrepasar a su rival, igualarlo, incrementar el esfuerzo pero por debajo del de su rival, o incluso reducir su fuerza. El hecho de reducir la capacidad militar puede responder tanto a una carencia de recursos, como el tratar de mostrar buena disposición para el pacto. Esto enlaza con las motivaciones que tienen los Estados para hacer la carrera de armamentos.

La Concienciación es el nivel de sensibilidad de los actores de su impacto mutuo, para que ello permita la posibilidad de gestionar su relación de tal modo que se consiga el equilibrio evitándose la sobrerreacción. Ya sea bilateralmente mediante la negociación de acuerdos para frenar la dinámica de armamentos; o bien unilateralmente, esto es, mediante acciones tomadas por uno de los bandos y encaminadas a evitar el aumento de la sensación de amenaza que supone para el contrario.

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El Modelo de Richardon sobre la carrera de armamentos.

(Extraido de "Análisis político empírico", Jarol B. Manheim y Richard C. Rich) En 1918, el meteorólogo británico Lewis F. Richardosn volvió del servicio de ambulancias de la primera Guerra Mundial muy impresionado por la violencia y destrucción de las que había sido testigo. Estaba resuelto a aplicar sus considerables conocimientos matemáticos y las modernas técnicas científicas al estudio de la guerra. Como la Primera Guerra Mundial había ido precedida de una carrera de armamentos, Richardson concentró su atención en este fenómeno. Por sus trabajos de sica, estaba familiarizado con las ecuaciones diferenciales, que se utilizaban para construir modelos de los procesos dinámicos. La carrera de armamentos -pensó- también era un proceso dinámico y se podía abordar con un modelo matemático.

Después de ensayar con una docena de formulaciones matemáticas detalladas, Richardson acabó por establecer un modelo relativamente simple que sólo comprendía tres factores. En primer lugar, la nación X se siente amenazada por las armas de su adversario, la nación Y. Cuanto mayor sea el número de armas que posee Y, mayor será el número de armas que X querrá adquirir para hacer frente a esa presunta amenaza. Pero, al mismo tiempo, la nación X debe atender las necesidades sociales básicas y no puede consagrar toda su capacidad económica a la fabricación de armamento. Por lo tanto, cuanto mayor sea el volumen de armas que posea X menos armas suplementarias podrá adquirir, dada la carga que suponen los gastos. Por último -razonó Richardson-, hay ciertos agravios anteriores que influyen en la cuantía global del armamento pero en los que no influye la cuantía actual. La misma lógica que es aplicable a la nación X, se aplica también a la nación Y, que tiene una ecuación similar. Metemáticamente, este razonamiento se reduce a:

Xt+1 = kYt - aXt + g
Yt+1 =mXt - bYt + h


Los términos Xt e Yt, son los valores de los niveles de armamento en el tiempo t, y Xt+1 e Yt+1 son los valores para el tiempo t+1. Los coeficientes k, m, a y b son todos positivos; g y h son positivos o negativos según que las naciones X y Y sean básicamente hostiles o básicamente amigas una de otra. La amenaza se expresa en el modelo por los términos kYt y mXt, pues cuanto mayores sean estos números, más armas tendrá el lado opuesto. Los gastos se expresan en el modelo por los término -aXt y -bYt, ya que estos términos reducen el nivel de armamento el año siguiente. Por último, las constantes g y h representan el agravio en el modelo, y se consideran fijas en el mismo.

Lo admirable del modelo de Richardson es que es autónomo: si se conocen los valores de los coeficientes y los niveles de armamento X e Y correspondientes a un año, se pueden predecir los niveles de armamento X e Y correspondientes a un año, se pueden predecir los niveles de armamento de todos los años futuros. En teoría, esto confiere al modelo la posibilidad de predecir el futuro, y Richardson pensó que si los políticos podían predecir guerras venideras, podrían aprender a evitarlas.

La asombrosa originalidad de su labor fue ignorada furante décadas. Prosiguió sus esfuerzos, a lo largo de su carrera, en el campo de las matemáticas de las relaciones internacionales, y aun después de jubilado, pero no obtuvo el reconocimiento de los círculos científicos o políticos. Richardson murió en 1953, famoso por sus trabajos de meteorología matemática, pero desconocido en el ámbito de la ciencia política.

A finales de los años 50, un grupo de expertos en ciencias sociales de las Universidades de Chiacago y Michigan redescubrió la labor de Richardson y empezó a publicar sus trabajos. El Journal of Conflict Resolution le dedicó un número completo. Se publicaron en edición adaptada sus dos manuscritos microfilmados. Statistics of Deadly Quarrels y Arms and Insecurity, y su obra se convirtió en piedra angular de la nueva especialidad de las relaciones internacionales matemáticas. En los años 70, el modelo ya había sido ensayado en docenas de carreras de armaentos difirentes y centenares de variantes.

Y funcionaba, aunque, por supuesto, no a la perfección: las carreras de armamentos se producen por una complicada serie de razones, y ningún modelo las recoge todas por sí solo. Pero. en general, el modelo da buenos resultados en las predicciones a corto plazo y -lo que es más importante- ningún otro modelo autónomo funciona mejor. Desde la confrontación europea entre la OTAN y el Pacto de Varsovia a las masivas carreras de armamentos de los conflictos del OrienteMedio y la trágica guerra de 30 años en el sudeste asiático, el modelo de Richardson sobre la carrera armamentista recoge todas sus características. Y, gracias a ello, se descubrió otra aplicación empírica del modelo.

Una característica importante del modelo de Richardson es la llamada estabilidad. Esta, en su forma más simple, determina si la carrera de armamentos progresa en proporción creciente o en proporción decreciente (Con la estabilidad se describe también lo que sucede con la carrera de armamentos si se ajusta a un nivel de armamento mutuamente aceptable, llamado punto de equilibrio, y por alguna razón se modifica el valor de ese nivel, una carrera de armamentos estable volverá al equilibrio, y una carrera de armamentos inestable se apartará más de él). La figura 12.2 presenta dos ejemplos de carreras de armamentos: la carrera estable entre la OTAN y el Pacto de Varsovia, y la carrera inestable entre Irán e Iraq. En ambos gráficos se indican los gastos militares expresados en los anuarios del Instituto Internacional de Investigaciones sobre la Paz, Estocolmo (SIPRI). En una carrera inestable, una vez que los niveles de armamentos empiezan a aumentar, continúan aumentando indefinidamente. En el modelo, van hacia el infinito; en la carrera de armamentos real, la guerra suele intervenir antes.

La evitación de la guerra era, por su puesto, lo que al principio impulsó a Richardson a construir el modelo. Este resulta ser un instrumento bastante correcto para predecir la guerra, pues casi todas las guerras modernas van precedidas de carreras de armamentos inestables. Richardson lo postuló en su obra original, y se ha verificado en estudios más sistemáticos.

A finales de los años 70, Michael Wallace comprobó que la inestabilidad de la carrera de armamentos guardaba estrecha relación con la guerra. Empleando una definición de la carrera de armamentos algo más complicada que la de Richardson, pero basada en los modelos de éste, Wallace constató que de 28 disputas internacionales graves que se habían producido en el período 1816-1965 con implicación de carreras de armamentos, 23 habían desembocado plenamente en una guerra. Y de 71 disputas sin intervención de carreas de armamentos, solamente tres habían terminado en guerra.

Otro ejemplo servirá también para ilustrar este punto. En 1976, W. Ladd Hollist estudió cuatro carreras de armamentos utilizando el modelo de Richardson y los datos sobre gastos militares aportados por el SIPRI. En las carreras de armamentos habían participado, en el período de 1948 a 1973, Estados Unidos y la URSS, India Y Pakistán, Irán e Iraq, e Israel y Egipto. De las cuatro, todas eran inestables excepto la de EE.UU.-URSS, lo que planteaba un cierto problema. Las de India-Pakistán e Israel-Egipto fueron inestables y habían desembocado en la guerra, como predijera Richardson. La de EE.UU.-URSS fue estable y no había dado lugar a la guerra, también según lo predicho. Pero Irán e Iraq habían mantenido carreras de armametnos sin que de ello se derivase una guerra. Esta descrepancia se resolvió en 1980, cuatro años después de que Hollist publicara su artículo, cuando la larga y porfiada disputa entre Irán e Iraq desencadenó finalmente la guerra. Su carrera de armamentos había sido estable hasta finales de los años 60 y no se destabilizó hasta finales de los 70, lo que venía a afinar la predicción anunciadora de la guerra.

El modelo Richardson sólo es uno de una numerosa clase de modelos dinámicos en los que se recoge el desarrollo de un proceso a lo largo del tiempo. Muchos de estos modelos se elaboran mediante ecuaciones diferenciales, muchos adoptan técnicas empleadas para la construcción de modelos del crecimieto demográfico y otros procesos biológicos. Son aún más complejas las simulaciones por ordenador dinamicas, en las que se utilizan amplios conjuntos de ecuaciones demasiado complicados para resolverlos algebraicamente. Con frecuencia, las simulaciones por ordenador tratan de naciones enteras o sistemas políticos y económicos globales, y se utilizan cada vez más para abordar los escenarios hipotéticos de las políticas públicas nacionales e internacionales.

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Desde la perspectiva que nos aporta Richardson, descubrimos los objetivos que debiera seguir la política exterior es la de que, en caso de conflicto entre Estados, si se quiere lograr la Seguridad Nacional, no debe tratarse de aumentar nuestro poder a costa de nuestros rivales. Por contra, debe construirse una arquitectura internacional de tratados y regímenes internacionales que mantenga la dinámica de armamentos estable y en equilibrio. De ese forma, nadie se sentirá amenazado o en la antesala de una agresión, y nadie tendrá capacidad militar con la suficiente ventaja como para ganar una guerra con alta probabilidad de éxito. En crear unas reglas que moderen el natural y primitivo comportamiento depredatorio y competitivo de los Estados (como la política de bloques de la guerra fría, que excluía ese comportamiento en el teatro europeo, pero que la ausencia del mismo fuera de Europa llevó a una dura pugna geopolítica), y en ratificar tratados que limiten y controlen los niveles de armamentos. El conflicto queda así constreñido a las reglas implícitas del sistema interncional, y nadie se verá tentado de comenzar una guerra cuando se encuentre en el momento favorable de una carrera de armamentos (por ejemplo, cuando el Estado B contaba con ventaja de 13 a 10 y temía que A le igualara o le sobrapasase), al mantenerse la carrera de armamentos estable y en su punto de equilibrio.

En la literatura de los estudios estratégicos, la situación descrita tiene un concepto propio, el de la "estabilidad o inestabilidad de la crisis". El concepto, creado a raiz de la evolución de la Estrategia Nuclear y de la teoría de juegos que innaguró von Neuman, dice que una crisis es inestable cuando uno de los dos jugadores encuentra un gran beneficio en atacar primero. Este beneficio sería la capacidad de destruir en ese ataque las fuerzas estratégicas nucleares enemigas (ver en "Teoría de Juegos y Seguridad Nacional" de Steven J. Brams, Marc Kilgour) El descubrimiento de ese efecto estratégico, llevó al desarrollo de las fuerzas de segundo ataque que mantuvieran el equilibrio disuasivo, al asegurarse el que un mínimo de capacidad de represalia de destrucción masiva sobreviviera a ese primer ataque. Ello llevó a un marco estratégico estable (ni la URSS ni USA conseguían beneficios de un primer ataque, ya que no conseguirían desarmar al contrario y ganar la guerra), estabilidad que permitió el desarrollo de tratados de limitación de armamentos que desembocarían en los SALT, ABM e incluso en el actual FACE (todas las conversaciones de esos tratados comenzaron a fines de los años 60). Y aunque es muy cierto que el concepto de inestabilidad de la crisis tiene en cuenta aspectos mucho más complicados que el gasto en defensa o la cantidad de capacidad militar desplegada, no es menos cierto también que es una manera válida de interpretar por qué las carreras de armamentos inestables, muchas veces terminan degenerando en guerras, ya que el desequilibrio (en cualquiera de sus modalidades) siempre fomenta la agresión.

Pero las carreras de armamentos no son lás únicas protagonístas a la hora de desencadenar las guerras. Por más que Michael Wallace en contrara que ente 1816 y 1965, de las 28 disputas internacionales graves que tuvieron carreras de armamentos 23 terminaran en guerras. Y que de 71 disputas sin intervención de carreras de armamentos, solamente tres habían terminado en guerra. Lo más probable es que estemos ante una mera verdad estadística, sin que ello de detalles de una verdadera relación de causalidad, por lo que esa estadística sólo estaría describiendo una correlación espúrea. Por lo que los incrementos de gastos en defensa, solamente revelarían la natural preparación material que ocurre y es necesaria antes de comenzar cualquier empresa (sea o no militar). Además que existe una gran controversia sobre la metodología estadística empleada para dar esas cifras, entre los que emplean la metodología matemática inspirada por Richardson, o estudiosos de la estrategia de corte más ortodoxo como Colin Gray o Huntington. No obstante, en la última guerra entre Estados (la ocurrida entre Georgia y Rusia) puede afirmarse que estuvo precedida por una carrera de armamentos. En la adquisición de nuevo material por parte de Georgia, y en el despliegue, concentración y preparación de fuerzas en la región del arsenal de Rusia (y que por su tamaño no necesitaba adquirir material sino meramente redirigirlo).

Además de las carreras de armamentos, son fundamentales 1- las características de las armas y sus cantidades (es decir, lo que se llama caracter provocativo del armento), 2- los tratados sobre armas (control de armas, prohibición, limitaciones a su concentración, medidas de vigilancia, etc), 3- las alianzas y 4- las reglas informales de conducta. Y tampoco hay que olvidar que la mayor parte de las guerras ocurridas desde la Segunda Guerra Mundial no han ocurrido entre Estados sino que han sido guerras de descolonización, insurgencias y guerras internas. Aunque también hay que decir que las guerras internas suelen tener un impacto comparativamente pequeño en la seguridad internacional, debido a que no suelen afectar a los equilibrios internacionales principales entre las Grandes Potencias.

Desde mi perspectiva personal, diríase que las carreras de armamentos sólo reflejan la preparación material que viste, de forma casi necesaria, toda motivación hostil y de agresión. Una motivación hostil y de agresión que no tiene que ser bilateralmente fomentada. Basta con que un de los dos Estados crea tener alguna clase de derecho a apropiarse de algo, que el otro Estado considera que le pertenece a sí mismo, o que no pertenece al "agresor". Eso sería suficiente para impulsar una carrera de armamentos que se volvería inestable.

Los ejemplos que ponen Manheim y Rich son sumamente esclarecedores. En caso de la OTAN contra el Pacto de Varsovia, la carrera fue estable porque el objetivo del bloque occidental fue el de la mera contención. Occidente nunca su propuso un "roll back". El bloque que controlaba Moscú tampoco se propuso seriamente arrollar al occidente en el teatro europeo. En el caso de Irán-Irak, la política que siguió el Sha tras la retirada británica de sus bases del golfo pérsico, fue la de alcanzar la hegemonía regional, apoyado como estaba por la política exterior de USA de la "doctrina de los dos pilares" (Arabia Saudita e Irán controlarían el golfo y mantendrían alejados de los antioccidentales nacionalistas árabes por un lado, y de la URSS por el otro). Irán se embarcó en una agresiva campaña de adquisición de armamentos, hizo la guerra (no declarada) a Irak para controlar el Shatt el Arab, y se apropió de varias islas. La "derrota" de Irak se formalizó en un pacto en el año 75 muy desfavorable respecto a los intereses iraquíes. El canciller iraquí que firmó el humillante tratado se llamaba Saddam Husein. Persona que posteriormente aprovechó los desórdenes internos iraníes para reparar el daño, y apropiarse de una parte de Irán.

Si como estamos viendo, es el conjunto de las motivaciones (como por ejemplo, dominar el golfo pérsico), las percepciones sobre las amenazas, los beneficios, los costos y las probabilidades de lograr los objetivos propuestos mediate la agresión militar, el verdadero motor que impulsa las carreras de armamentos (siendo el combustible de dicho motor los recursos demográficos, económicos y de industria de defensa). Estas carreras no serían sino el mero epifenómeno del "Interés Nacional". Mas también hay que decir que son las diferentes características de cada epifenómeno particular (de cada carrera de armamentos) las que hacen que las carreras sean estables o inestables, y que hagan que la situación sea también estratégicamente estable o no (que haya o no altas probabilidades de obtener un gran beneficio con un ataque). Siendo el estudio detallado de dicho epifenómeno (y de los otros elementos como el caracter ofensivo-provocativo de las armas y sus cantidades, etc), lo que ayude a explicar que la guerra no sea un mero error de cálculo, sino el que a veces sea una opción racional del Interés Nacional (como también puede serlo la mera contención y la búsqueda del equilibrio). También contribuye al mejor entendimiento de las Potencias al proporcionar un lenguaje universal para las relaciones entre las mismas, y a que no se produzcan guerras y conflictos inenesarios por errores de cálculo, o por no tener en cuenta las sobrerreacciones que nuestros actos pueden tener en nuestro rivales.

Pero afrontar la política exterior como una mera labor para lograr la Seguridad Internacional por la vía de resolver el Dilema de la Seguridad (el de revertir el proceso de la desconfianza en nuestro rival que genera el que nos armemos) es un cuestión valorativa. Lo que valoremos como Interés Nacional para guiar nuestra política exterior, puede ser tanto lo anterior, como el promover la democracia por todas las vías convenientes de cada ocasión (incluso llegando a invadir países para ello, que no siempre se llega a ese extremo), tal y como haríamos los neoconservadores. Los neoconservadores argumentaríamos que son las diferencias ideológicas, (el que al menos uno de los dos países con intereses en conflicto y en carrera de armamentos no sea una democracia, ya que las democracias muy difícilmente se hacen la guerra entre sí), lo que fuerza que el Interés Nacional busque el modo violento de solucionar el conflicto y salir victorioso de la lid. Por lo que la verdadera Seguridad Internacional no sería tanto mediante tratados de no proliferación, control de armamentos, etc, sino el de incrementar el número de Estados con formas de gobierno democráticas, y el que las democracias tengan la superioridad militar contra las dictaduras (y así mantenerlas en disuasión). Los pactos de limitación armamentística como intentos para lograr la Seguridad Internacional, se darían de bruces con el hecho de que las grandes contradicciones de Interés (Nacional) entre las Potencias, hace que en la mayoría de los casos, mas bien pronto que tarde, dichos tratados sean ignorados, ya de manera soterrada o abierta, y comiencen a rearmarse, provocando el que sus rivales se armen a su vez, entrando ya en la vía "estratégicamente inestable" (situación que hace "racional y conveniente" la guerra) de las carreras de armamentos inestables (siempre que sean carreras de armamentos que se autoalimenten, y no que tiendan a desaparecer. Una carrera de armamentos sólo podía estabilizarse si la “fatiga y el dispendio” de la preparación de la guerra llegaban a superar la percepción de amenaza por parte de los enemigos). Ver el debate entorno a los regímenes.

Y fue exactamente eso lo que ocurrió en el periodo de entre las dos guerras mundiales. Las profundas contradicciones entre las potencias vencedoras y satisfechas (USA no deseaba involucrarse en el equilibrio europeo; Inglaterra temía la preponderancia francesa en el continente, lo que la llevó a no apoyar los protocolos que habrían asegurado las draconianas condiciones de Versalles; Francia que le importaba bien poco la democracia y las nacionalidades o que Europa se viera equilibrada entre sí), y las contradicciones entre estas con los perdedores o con los vencedores insatisfechos, produjo que el orden de Versalles se diluyera como un azucarillo en menos de 15 años. No es realista pensar que por arte de magia las potencias actuarán permanentemente en contra de sus intereses nacionales para sostener un equilibrio de poder que mantenía un orden internacional, que además de ir contra sus intereses, era muy injusto y producía resentimiento. No es realista pensar que hicieran la guerra para garantizarlo en el momento en que se produjesen los desafíos. Como decía en la entrada sobre el desafío actual de Corea del Norte, las potencias adoptan "la solución más sencilla, que es que Kim siga adelante con su numerito de feria, y los USA sigan desarrollando sin precipitaciones un escudo como es debido. Solución sencilla con la que, como neoconservador, no estoy de acuerdo, pero de la que admito sus virtudes."

Dicho y hecho. Cuando Hitler y Mussolini desafiaron el orden internacional, las Grandes Potencias interesadas en sostener el por entonces vigente orden, optaron por la solución más sencilla. El paradigma de esta actitud fue el tratado naval entre el Imperio británico y la Alemania Nazi del año 1935, en el que el desequilibrio a favor del Reino Unido se creía que mantendría la disuasión. Dejaban que Hitler siguiera con sus numeritos de feria, mientras en verdad Inglaterra mantenía la superioridad. También se creía por aquel entonces que el miedo a las grandes pérdidas como las de la Primera Guerra Mundial obligaría a las Grandes Potencias a comportarse teniendo en cuenta el dilema de la seguridad, para que ello no desembocara en una carrera de armamentos inestable que degenerase en una guerra que se creía que nadie quería (empezando por el propio Hitler, se decía entonces). De lo que no se percataban era que en verdad, lo que edificaban era el primer peldaño de la escalada de una carrera armamentística inestable. Carrera que no lograrían frenar debido a las motivaciones Hitlerianas (que representaba el Interés Nacional de Alemania por aquellos días) y a los recursos demográficos, industriales y económicos del Tercer Reich. Una carrera que se hubiera evitado si no hubiesen aceptado el rearme alemán y las aventuras italianas. Lo mismo puede decirse de el Japón desde que invadió Manchuria.

Cuando la Seguridad Colectiva de Versalles fue totalmente finiquitada, el realismo político entró en escena (no era ya el "idealismo", mucho ojito con eso), y como siempre, trató de lograr la Seguridad Internacional mediante la construcción de un orden internacional en el que las Grandes Potencias se equilibrasen entre sí mediante un poder relativamente comparable, y el temor a una guerra muy destructiva. Ello pasaba por que Alemania adquiriese una entidad militar de Gran Potencia, y equilibrar así a Francia, Italia y la URSS. Se creía que sería un orden en el que todas las Grandes Potencias podrían defender sus intereses, pero que debido a los equilibrios mutuos impediría que fuesen llevados hasta el extremo y se desencadenase una guerra sistémica. Era la solución sencilla en el que cada uno persiguiendo su interés, se lograba instaurar un orden de paz. Fue el realismo el que creo el marco estratégico por el que Hitler pudo maniobrar hasta lograr posicionarse en el lugar ideal para invadir Europa. El realismo fue el que permitió el rearme de Alemania para que se crease el orden por el equilibrio, y fue el realismo el que para garantizar dicho orden tuvo que hacer la Segunda Guerra Mundial. Un orden que la Seguridad Colectiva de Versalles garantizaba al precio de guerras mucho más pequeñas (ver invasión del Ruhr por Francia). Aunque también era un orden que exigía soluciones menos sencillas, y que iba en contra de los intereses del conjunto del sistema debido a las contradicciones entre las Grandes Potencias que estaban dentro de ese orden. Llevando los razonamientos del realismo, y de la seguridad colectiva del liberalismo, hasta sus últimas conclusiones (un rostro que ellos mismos nunca se atreven a mirar), tenemos que o bien estamos destinados al infierno de las guerras de la política de poder, o a la irrelevancia de unos tratados internacionales que no aguantarían ni un soplido de intereses nacionales en contradición. Destinados a elegir entre un poderío enfermizo y autodestructivo, y la debilidad y ridiculez de los leguleyos internacionales.

Podemos concluir entonces, que la correlación espurea que describen los modelos de carreras de armamentos inspirados por Richardson (y de su contrapunto, el dilema de la seguridad), nos hace realizar deducciones sobre política internacional de consecuencias contraproducentes y contrarias a las buscadas. No es en el mundo mental de la percepción y de la fenomenología psicológica donde reside la causa de la inseguridad internacional. No es la distorsión de la realidad que produce la percepción y la fenomenología la que nos hace cometer errores de cálculo (ya que al no conocer bien la realidad, haríamos actos que no se corresponden con ella y con los efectos que deseamos obtener). Unos errores de cálculo que llevan a embarcarnos a una carrera de armamentos inestable y finalmente a la guerra. Estando en verdad el fundamento en el mundo de la motivación que tienen los Estados (el motor del epifenómeno que es la carrera de armamentos). Siendo después, dicha motivación, la que usando el combustible que tenga a su disposición (demografía, economía, industria para la defensa, proximidad geográfica), y las capacidades relativas de combatir y de represaliar a los otros Estados (el estado en que se encuentra la carrera de armamentos, de lo estable o inestable que se la crisis, y de la situación en la que esté la disuasión), la que discernirá si lo más razonable es respetar o no los acuerdos, y si el logro de sus metas se consigue mejor (o solamente) por la vía de la agresión militar o si merece la pena intentarse.

No es, por tanto, ni la mera percepción, ni el superficial fenómeno de la carrera de armamentos, donde están las causas de la inseguridad internacional y de las guerras entre Estados. El dilema de la seguridad al centrarse en la percepción, nos lleva al idealismo y al alejamiento de la realidad que tiene toda fenomenología radicalizada. Los modelos y los pensamientos tipo Richardson, nos hacen confundir causa con efecto. El fin de la guerra fría, no fue producto de los tratados de reducción y control de armamentos de la época, los INF, START, CFE, etc, que eliminaron la trampa de la carrera de armas. Fue el cambio de las motivaciones soviéticas, que decidieron retirarse de sus aspiraciones de influencia mundial y de control de Europa central y del este, lo que hizo que sus niveles de gasto en armamento fueran innecesarios. Haciendo que en diciembre de 1988 Gorbachov anunciara un desarme unilateral de armas convencionales. No es que de la noche a la mañana los estadistas se hicieran videntes y se percataran las verdaderas y buenas intenciones de la URSS. No, la URSS cambió de motivaciones e intereses (se rindieron), y aceptó que la preeminencia mundial fuera para los USA y sus aliados capitalistas, algo a lo que se resistía desde 1945. El dilema de la seguridad y los modelos de carrera de armamentos tienen una mera utilidad descriptiva (que no es poco, eso no los convierte en despreciables), pero no dan por sí solos ninguna clase de explicación causal sobre la seguridad internacional, que sea mínimamente satisfactoria.

jueves, 26 de marzo de 2009

Preparando la Reunión Obama-Medvédev de Londres.


En estos momentos se está diseñando el marco estratégico mundial. El calado de las conversaciones por las cuales intenta lograrse esto, no se veía desde los días del final de la guerra fría. La diferencia radical es que si entonces se trataba de ordenar el fin de la hostilidad internacional, de su marco estratégico (MAD, SALT, ABM, equilibrio convencional) y de las reglas por las que se desenvolvía (política de bloques). Ahora es su viceversa. Por aquel entonces se retiraban posiciones (fin de apoyo a mujaidines, disolución del pacto de Varsovia) y se reducían armamentos (START, FACE, INF, etc), produciendo esas retiradas el que se ampliase el espacio geopolítico entre las Grandes Potencias, y con ello se desbaratarasen y deshicieran los conflictos. Ahora ocurre exactamente lo contrario. Se aumentan los gastos militares, se incrementan las áreas de influencia, y vuelve a escasear el espacio geopolítico. La Inseguridad Internacional político-militar regresó hace algún tiempo, y es de gran importancia el tener algún tipo de esquema para controlar tanto a la hostilidad internacional creciente, como al mecanismo de la competición por el poder, mecanismo que es capaz de generar los más grandes desastres si se le deja funcionar de forma automática (Primera Guerra Mundial). Lo que Max Weber llamó la "jaula de hierro".

No será ese nuevo marco estratégico de naturaleza pacífica. En todos los entornos multipolares (y este marco, en el que la potencia principal no es capaz de imponerse en todas las regiones, lo es a su particular manera) la guerra cumple unas funciones que son necesarias y son de justicia, 1- la de garantizar el equilibrio multipolar,y 2- la de forzar que se cumplan los acuerdos. Las guerras serán en consecuencia limitadas. Aunque no por ello simétricas. En el mundo de la Hegemonía Contestada la guerra asimétrica es y será lo normal.

En medio de las rondas negociadoras que empezarán inminentemene, y en las que se definirá dicho marco estratégico, Jorge Petinaud nos informa lo siguiente. El llamado "Foro Social Rusia-Estados Unidos: mirando hacia el futuro" (Public dialogue group "Russia-USA: Looking at the Future", creado el 26 de abril de 2007) (ver aquí galería de fotos sobre los encuentros) , encargado de preparar el encuentro de Obama y Medvedev de Londres (Integrado por la parte anglosajona por los ex secretarios de Estado Henry Kissinguer, Goerge Shultz, James Baker; de Defensa, William Perry y del Tesoro Robert Rubin, además del senador Sam Nunn. Y por Rusia figuran el ex primer ministro Evgueni Primakov, el otrora canciller Igor Ivanov y el ex jefe del Estado Mayor General de las Fuerzas Armadas Yuri Baluyevsk.") tras haberse reunido, se dirigió a informar de sus conclusiones a Medvedev, el cual "insistió en que el encuentro de Londres con Obama debía trascender de lo formal y constituir "un relanzamiento real de las relaciones".

El viceministro de Asuntos Exteriores Serguei Riabkov también dijo que "Sobre un posible sistema de defensa antimisiles (DAM) de carácter global con participación de todos los interesados expresó la disposición rusa a colaborar, pero no con el papel del caballo al que se le colocan las riendas, según sus palabras."

"En relación con la OTAN, criticó la evolución de su actividad hacia zonas que no constituyen su espacio geográfico de responsabilidad tradicional en busca de un rol global. Otra obstáculo que Moscú considera peligroso para su seguridad nacional es la ampliación del bloque noratlántico con nuevos miembros ubicados en las proximidades de las fronteras rusas".

"Que se aceleren las negociaciones para concretar un nuevo acuerdo de limitación de armas ofensivas estratégicas (START-1) antes de diciembre, fecha en que caduca este tratado. En este aspecto, Moscú exige establecer una nueva base jurídica ajustada a los tiempos actuales, mientras Washington quiere acomodarlo a una simple prórroga con todas las ventajas que le reporta en estos momentos. "

"La defensa antimisiles se plantea como pretexto una supuesta amenaza iraní, pero técnicamente está demostrado que Teherán no tiene ni tendrá posibilidades de dominar misiles que puedan alcanzar Europa Central"

"Rusia busca impedir la militarización del cosmos con la visible oposición de Estados Unidos." A este respecto cabe recordar que "Rusia desarrolla armas antisatélite en respuesta a la militarización del espacio por parte de EEUU (...) Especialistas consideran que el programa norteamericano de defensa antimisil pretende militarizar el espacio porque prevé el despliegue de satélites interceptores". También tener en mente que el "Ministro de Exteriores ruso ha dicho que una carrera de armas en el espacio es inadmisilble, y que prevenir tal carrera contribuirá a que se asegure el caracter predecible de la situación estratégica, y a preservar las propiedades que están en órbita".

Por su parte, Nikita Petrov informa. "Después de ese primer encuentro (el de Londres), debe celebrase la visita del mandatario estadounidense a Moscú, y todas esas conversaciones pueden ayudar a sepultar la idea de la DAM (Defensa Antimisil) en Europa del Este, o al menos, postergar su realización durante un tiempo considerable. Los observadores optimistas afirman que hay muchos indicios de que esto pueda ocurrir".

"Y no obstante, todavía es prematuro afirmar que EEUU renunciará al DAM en Europa del Este. Washington no ha suspendido el desarrollo de ese programa, y recientemente efectuó la prueba exitosa de un misil interceptor. Además, a nivel global, el Pentágono a 50.000 millones de dólares en este programa y se espera que el gobierno destinará al menos otros 60.000 millones de dólares para continuar su desarrollo. Es así que por el momento, no se puede hablar de pasos reales y concretos que indiquen que EEUU se dispone a suspender la DAM".

"Las negociaciones sobre la firma de un nuevo tratado sobre la reducción de armamento ofensivo nuclear o la prolongación del START-1 que caduca el próximo mes de diciembre podrán tener éxito únicamente si Washington renuncia a su DAM en Europa del Este. La reducción de la cantidad de las ojivas nucleares y los misiles balísticos intercontinentales depende directamente de que EEUU tenga o renuncie a sistemas de defensa antimisiles globales. En este sentido, la postura de Moscú es clara, y Washington la conoce muy bien, la reducción radical del armamento estratégico nuclear que propone EEUU es absolutamente inaceptable si EEUU tiene la intención de utilizar la DAM como un escudo antimisiles adicional".

Haciendo un resumen de la situación nos queda que, 1- en USA el gasto en defensa antimisil se incrementa. 2- Obama afirma que aunque las relaciones USA-Rusia se han "reseteado" (vuelto a empezar) la OTAN debería estar abierta a quien aspire unirse a la alianza. Países que según el embajador ruso ante la OTAN (Dmitry Rogozin) son los culpables de que haya tensiones entre la OTAN y Moscú. 3- Rusia dice que no aceptará reducciones del arsenal nuclear si no se acompaña de la anulación global de la defensa antimisil, defensa que podría anular su arsenal disuasivo, dificultando sumamente la renegociación del START-1. 4- Quedando solo el asunto de las armas convencionales en Europa como asunto de discusión, aunque por ahora Moscú afirma que "La estrategia de seguridad nacional de Rusia excluye carrera armamentista", mas el FACE sigue en suspenso en lo que a Rusia se refiere. Recordemos los tres temas a tratar en las relaciones Rusia-USA según el general Makarov, Jefe del Estado Mayor General (1- la defensa antimisiles, 2- la limitación de las armas convencionales en Europa y 3- la firma de un nuevo tratado START), teniendo que añadir la ampliación de la OTAN a la lista

De lo anterior es fácil deducir que las probabilidades de alcanzar un acuerdo marco que limite la competición entre las Grandes Potencias son bajas. Obama no acabará en verdad con la defensa antimisil (globlamente hablando), y no piensa cohibir la ampliación de la OTAN. Por consiguiente, el nivel de anarquía se incrementará. No será esta la entrada de blog en la que se examine las consecuencias evidentes que tendrá esto para la Seguridad Internacional. Sin llegar a predecir los acontecimientos concretos, el nivel de violencia entre Estados aumentará, o por lo menos las circunstancias que crean la inseguridad que provoca guerras. Las implicaciones para la política militar también serán claras.

Pero tampoco hay que anticipar acontecimientos, los pronósticos que parecen más probables muchas veces fallan. Y ni siquiera aun han empezado las rondas negociadoras. De hecho en Moscú dicen que "La elaboración de la Estrategia de Seguridad Nacional de Rusia llevará un mes más" (...) "Pedimos un mes más, para concluir la elaboración del documento. No se trata de cambiar la estrategia, sino de enmendarla. Aunque los miembros del Consejo de Seguridad tenían coordinado de antemano un proyecto de Estrategia, los reunidos promovieron unas enmiendas dirigidas a mejorarla. Hace falta concordar la Estrategia de Seguridad Nacional con la concepción de desarrollo socio-económico del país hasta 2020. Son dos documentos que deben completar uno al otro". También se dice que "Rusia revisará su Estrategia de seguridad nacional en función de la cumbre Medvédev-Obama" (...) "El anteproyecto de la Estrategia que se debatió a finales del año pasado no mencionaba explícitamente a los enemigos hipotéticos de Moscú pero dejaba claro cuál de las potencias mundiales podría depararle sorpresas desagradables. Es probable que el Kremlin haya decidido retrasar la publicación de un documento "antiamericano", en vísperas de la primera reunión que los presidentes de Rusia y EEUU mantendrán a principios de abril en Londres, en el marco de la cumbre del G-20".
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PD: Rusia y USA harán dos declaraciones presidenciales conjuntas. Una de caracter general sobre las relaciones ruso-americanas, y la otra sobre armas ofensivas estratégicas. Los textos serán el punto de partida para las rondas negociadoras sobre los asuntos de seguridad Rusia-USA. Concretamente en la renegociación del tratado START-1 y la reducción del arsenal nuclear estratégico. Pero en ningún caso es un acuerdo para reducir sus arsenales nucleares. Solamente es el anuncio formal de que comienzan las negociaciones. La partida ha empezado.
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A este respecto recordar lo que se decía en el suplemento militar de Nezavisimaya Gazeta "Las Fuerzas Coheteriles Estratégicas de Rusia disponen hoy de 426 misiles balísticos intercontinentales (MBI) que tienen un total de 1.586 ojivas. En el año 2000, tenía 756 MBI con 3.540 ojivas.(...)Se suscriba o no el acuerdo con EEUU, Rusia se va aproximando al límite de 1.000 ojivas. Más le vale, por tanto, firmar este documento (el que propuso Obama de limitar los arsenales estratégicos nucleares a 1.000 cabezas) y preservar al menos una paridad formal con EEUU. La única alternativa es aceptar la aplastante superioridad de EEUU tanto en el apartado de las fuerzas nucleares estratégicas como en el de las armas de alta precisión". Una opinión que mucha gente en Moscú no comparte.

lunes, 23 de marzo de 2009

Una Defensa Antimisil Justificable.


A través de la recomendable sección de artículos de Seguridad Colectiva y Defensa Nacional de Belt Ibérica S.A., me topé con este artículo (que traduje al castellano) sobre defensa antimisil, escrito por por un reconocido y viejo crítico de esta clase de armas defensivas. El artículo fue publicado en el New York Times y el International Herald Tribune. Corto y directo, no deja de tener su interés a pesar de lo discutible de buena parte de sus argumentaciones, que resultan sugestivas.

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(Escribe Theodore Postol) En su reciente carta al Presidente de Rusia Dimitri Medvedev, el Presidente Obama, ofreció modificar los planes de desplegar un sistema antimisil en Europa que impulsaba la anterior administración. Fue una iniciativa correcta. Continuar con la deriva anterior frente a Rusia, podría haber impedido futuras reducciones de armamentos, producido divisiones con los aliados europeos, haber causado un daño irreparable a la revisión del Tratado de No Proliferación Nuclear, y dificultar los esfuerzos para llegar a un acuerdo con Irán. País que está cada vez más cerca de convertirse en un Estado nuclear.

El Presidente Obama ha mostrado un adecuado escepticismo sobre la defensa antimisiles que promovía la administración Bush: las prestaciones necesarias no están probadas, requieren de recursos interminables y encaran problemas que no pueden ser resueltos por la ciencia actual. Rusia, por su parte, percibe la defensa antimisil como una amenaza a su seguridad. Una preocupación que la anterior administración decidió ignorar, empeorando con ello las tensiones con Moscú.

Afortunadamente, existe un "diseño" de defensa antimisil que podría dar respuesta a las vacilaciones del Presidente Obama y a los temores de Rusia. Y, a diferencia de la defensa antimisil de Bush, podría estar disponible actualmente para hacer frente a los ataques con misiles balísticos que provengan de Corea del Norte y de Irán, si esa amenaza surgiera alguna vez.

Es una propuesta que yo he desarrollado y analizado con variedad de expertos americanos y rusos. La idea es simple en sí misma. Ese sistema defensivo podría derribar los misiles de largo alcance iraníes y norcoreanos, ya que dichos misiles van acelarando "lentamente" una vez despegan de sus lugares de lanzamiento. Se puede aprovechar el hecho de que los misiles de largo alcance de Irán o Corea del Norte son grandes y pesados, tienen largos periodos de vuelo y despegan desde sitios ya conocidos.

Esa defensa estaría dotada de interceptores de rápida aceleración que podrían devolverlos de regreso a sus casas. Es decir, derribar los grandes, lentos y frágiles ICBM. Los interceptores tendrían un peso de alrededor de una tonelada y podrían alcanzar una velocidad tope de cinco kilómetros por segundo en decenas de segundos. Estos interceptores podrían ser transportados por vehículos aéreos no tripulados de tecnología furtiva (stealthy) similares a los bombarderos estratégicos B-2, aunque más pequeños y con capacidad de carga mucho menor, pero pudiendo llevar todavía cargas de pago sustanciales. Vehículos de esta clase ya existen.

Solamente dos de estos drones armados, operados por control remoto, serían necesarios para patrullar a varios cientos de kilómetros del lugar de lanzamiento de los misiles. A ese alcance, podría ser posible derribar un ICBM, con su cabeza de guerra nuclear, haciendo además que sus restos calleran sobre el territorio del país que los lanzó. Solamente cinco drones podrían ser necesarios para mantener un patrullaje constante por largos periodos. Pero el sistema funcionaría sólo cuando los satélites y los aviones de reconocimiento detectaran que un ICBM está siendo preparado para el despegue desde su lugar de lanzamiento.

A diferencia de la provocadora e inviable defensa planeada por la administración Bush, con sus dos radares de insuficiente alcance en la república checa y los diez interceptores en Polonia, esta defensa alternativa podría ser tecnológicamente factible. Y podría ser desarrollada, construida y desplegable cerca de las zonas que produzcan preocupación en relativamente poco tiempo. Y sería efectiva casi al instante de desplegarse.

Este sistema podría proveer de una defensa intimidatoria extremada y altamente efectiva contra Irán y contra Corea del Norte. A la vez que no representaría una amenaza a los arsenales de Rusia y China, ya que sus misiles son demasiado numerosos y están dispersados sobre tan grande áreas, que la defensa descrita serían poco numerosa para tener la oportunidad de comprometer el arsenal de semejantes potencias.

Una defensa antimisil especificada y concentrada como la descrita, podría también ser un instrumento para forjar un mundo libre de armas nucleares. Esa defensa podría, en ese caso, ser usada por el Consejo de Seguridad de la Naciones Unidas para extender el internacionalmente aceptado concepto de "zonas de exclusión aérea", para incluir en ellas a zonas de lanzamiento de misiles balísticos de largo alcance.

La administración Obama debiera estudiar y considerar este concepto como una seria alternativa al peligroso camino sin sentido por el que hemos estado viniendo.
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Desde luego, por lo que destaca el artículo es por ser un ejercicio muy bien disimulado de vulgar idealismo político. Tras las palabras de técnico que usa a modo de velo y para alejarnos de la realidad, el asunto lo ha resumido sumariamente. Parece ser que los problemas y ambiciones estratégicas en verdad no son tales, y los desencuentros que hoy acontecen se deben a 1- las intenciones torcidas de Bush y su camarilla (cambio de régimen, neoconservadurismo, etc) 2- falta de inteligencia y pericia de esa administración (incapaces de imaginar y anticipar las reacciones adversas que pueden causar en Rusia o China) 3- la manía de Bush y los neocón de comprar "malas medicinas" (como el escudo antimisiles del tipo que critica Postol) con las que materialezar sus intenciones torcidas. Medicinas con las que no sólo no se impediría curar la enfermedad de la Inseguridad Internacional, sino que la agraban todavía más. Naturalmente el asunto no es de tal sencillez. Veamos por qué.
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Para empezar hay que recordar que los misiles que actualmente se piensa desplegar en Europa, no amenazan en ningún caso a Rusia, tal y como puede verse de manera clarísima en esta imagen.


Por lo que las preocupaciones de Rusia deben ir por un lugar distinto a las que indica Theodore Postol. O sea, que no sería Bush con su mala medicina antimisil contra Irán lo que preocupa a los rusos. Efectivamente, así de claro lo dijo el ministro de exteriores de Rusia el 19 de febreo "Rusia no descarta que EEUU decida ir más allá de los actuales planes de defensa antimisiles en Europa, declaró hoy el ministro ruso de Asuntos Exteriores, Serguei Lavrov. "Moscú no ha recibido respuesta clara a su pregunta sobre si Washington planea crear una cuarta y quinta zona de defensa antimisil en Europa del Este", expresó el ministro. "
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Como bien indica en este análisis Yuri Záitsev. "Expertos opinan que después que EEUU perfeccione su tecnología de creación de bases misilísticas -en este caso, en Polonia- procederá a crear cada año un nuevo circuito de defensa antimisil en Europa. O sea, dentro de poco Rusia tendrá cerca de sus fronteras no uno, sino decenas de esos circuitos repartidos uniformemente por todo el territorio europeo. EEUU se ha propuesto instalar elementos de su sistema antimisil precisamente en Europa del Este, y no en Asia, en Alaska, en Japón o en Australia". Claramente expresan que el escudo que pretende desplegar Bush en Europa en Polonia y la República Checoslovaca no es para nada su fuente de preocupación. En consecuencia la vulgar "solución" tecnológica que propone Postol (concentrar una defensa sólo con aviones cerca de Irán y Corea del Norte) no "soluciona" nada de las preocupaciones rusas.
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Si antes teníamos las palabras del ministro e Asuntos Exteriores, ahora las del vicepresidente del Gobierno ruso Serguey Ivanov. Ivanov dijo en conferencia pública que "No se trata de una simple decena de antimisiles, sino de una infraestructura estratégica de EEUU que tendrá el objetivo de contener el potencial nuclear de Rusia". Es decir, que el escudo europeo de Bush no es el problema.
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Considero, al igual que los rusos, que es bastante obvio que los EE.UU., están embarcados en una carrera de armamentos con la que esperan lograr alcanzar un entorno estratégico posnuclear, en el que las armas nucleares de China y Rusia, y resto de potencias, perdirían su efecto disuasivo para el tipo de conflictos que se anticipan en el futuro. Un tipo de conflictos en las que las amenazas existenciales entre Grandes Potencias han desaparecido. En este contexto, el actual escudo, bien pudiera ser sólo la primera piedra de una infraestructura defensiva de mucho más calado. Un ariete aparentemente inofensivo, pero que agrietaría las defensas estratégicas de Rusia para que el resto terminara de derrumbarlas. La preocupación de Rusia es mayúscula, y saben que las soluciones de aparatitos y cachibaches como las que propone Postol no atacan el núcleo del problema. Que es político (búsqueda del poder, evidentemente).
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La solución técnica de Postol tiene varios fallos tecnológicos. Primero, que la capacidad de carga de los aviones no daría para muchas armas teniendo en cuenta su peso (una tonelada). Tal es así que no se atreve a dar cifras, ni si quiera de manera aproximada. Recordemos que el B-2 tiene una capacidad de carga de armamento máxima de 22.700 kilos. Si como afirma Postol, los drones tienen mucha menos capacidad que un B-2, no queda mucho para una cantidad apreciable de misiles interceptores (por el peso que indica, bien se podría estar refiriendo Postol al misil SRAM, pero modificado, es decir el NCADE) Segundo, el sistema que propone podría ser abrumado con cierta facilidad. Recordemos que el de abrumar al enemigo, ha sido el camino que ha seguido Corea del Norte con sus vecinos. Como indicaba en la anterior entrada, mientras me hacía eco de noticias sobre Corea del Norte, "los EE.UU. tienen 64 Patriots en Corea, pero Pyongyang tiene más de 800 misiles. Y unos 200 misiles Rodong pueden alcanzar Japón". Theodore Postol no tiene respuesta para un despliegue de moderada cantidad de MRBM y de IRBM por parte de Irán, aun cuando sus drones transportaran más misiles de los que cabría esperar.
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Tercero, da por hecho que el tiempo de preaviso de lanzamiento de misiles que darían aviones y satélites, sería con la suficiente anticipación para hacer despegar los drones. Esto presupone ICBM de combustible líquido, que requieren periodos largos para calentarse antes de ser disparados, y que pueden permanecer en posición de disparo poco tiempo (cuestión de días). Y no dice nada de que pasaría con su idea si se construyeran esos ICBM con combustible sólido, que son de lanzamiento prácticamente instantáneo.
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En caulquier caso, para parar una cantidad relativamente grande de misiles bien podrían ser lo más útil los láser aerotransportados. Lo que indica Postol en su artículo (sobre el NCADE) ya lo señalaba de manera más preclara (y sin hacer juicios políticos burdos) Loren Thompson, en un artículo que también traduje, "KEI, ABL, NCADE hacen la intercepción de Misiles Balísticos durante la fase de impulso viable." Y en el que se llagaba a la conclusión de que "Los Estados Unidos actualmente planean desplegar una arquitectura de defensa por capas, en el que armas como el Láser Aerotransportado, podrían limpiar las amenazas antes de que estas entraran en las trayectorias de las que luego pudiera encargarse el Aegis." Es decir, que no es razonable, al contrario de lo que nos recomienda Postol, eliminar los interceptores de curso intermedio (de la fase media del vuelo de un misil balístico), sino desplegar defensas en todas las fases para así maximizar las probabilidades de interceptación.
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Pero no olvidemos que, si el verdadero nudo de las discusión estratégica que vemos, no fuera otra cosa que el dirigirse contra Estados canallas, como Irán o Corea del Norte, la política de Rusia debería ser la de impulsar plenamente lo que se dice en esta noticia, "Rusia dispuesta a discutir régimen de renuncia universal a misiles de corto y medio alcance". Además, tendría que apoyar de manera total las sanciones del Consejo de Seguridad contra Corea del Norte (e Irán), para impedir que desarrollen capacidad balística. Esa sería la mejor política exterior que podría adoptarse. Sencillamente la de prohibir dichas armas, y no la de construir cachibaches que siempre tendrán muchos problemas para realizar su cometido. Algo que también dejaría desnudo de motivos a los USA para desplegar su escudo antimisil. Ya que si sólo las potencias grandes como USA, Rusia, Francia o China, contaran con misiles de largo alcance, y el resto no pudiera tener misiles balísticos de ningún tipo, no habría amenaza de Estado canalla alguno, y las potencias grandes quedarían en una equivalencia esencial entre sí. Las dificultades para llegar a ese régimen de prohibición de misiles medios e intermedios, así como la restricción de ICBM a unos pocos países, son prácticamente insuperables. Ya en el comienzo de mi anterior entrada dejaba bien claro como en verdad Rusia y China no están por la labor, y que no piensan presionar a Corea del Norte para que no haga una simple prueba balística. No digamos ya presionar de manera total e inmisericorde para que renuncie a todos sus misiles.
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Pero no nos engañemos más, lo que en verdad ocurre, es que USA trata de alcanzar el logro tecnológico que le permita desplegar armas antimisil en tierra, mar, aire y espacio exterior, que le dote de un poder enorme contra el resto de potencias de mayor tamaño (China, Rusia, y lo que venga).Potencias que hasta ahora gozaban de el muro de contención del arma nuclear para impedir que USA se atreviera a amenazarlos directamente. Pero si USA consiguiera desarrollar esa capacidad, tendría mucha má libertad de acción para ejercer su poder militar convencional. Por contra, lo que pretenden Rusia, y China, es que las potencias regionales hostiles a USA, la contengan en la medida de lo posible, o incluso comenzaran a actuar más agresivamente. Si Rusia no sigue deliveradamente esa política, es como si en verdad sí la estuviera haciendo por los efectos que consigue. De hecho, algún experto ruso alerta de ello diciendo que es "inadmisible subestimar la amenaza nuclear y de misiles que emana de Irán. "Hace tiempo que Irán abandonó las tecnologías anticuadas y produce por cuenta propia misiles eficaces", constató el experto militar. Los iraníes, recordó, supieron modernizar un cohete importado desde Corea del Norte hasta tal grado que la versión definitiva, Shehab 3 (...) "No digo que Irán sea capaz de producir a corto plazo misiles intercontinentales", señaló, "pero sí es bastante probable que en la práctica pueda amenazar a toda Europa". Otro peligro, según el experto ruso, consiste en que Irán, "en calidad de país nuclear, goce de intangibilidad que le permita aumentar en grado considerable el apoyo a organizaciones terroristas, incluidas Hamas y Hezbollah". Este experto, haciendo esta alerta, resalta que esa política puede generar efectos contrarios a los que busca Moscú (que no es otra cosa que conseguir que su arsenal nuclear siga siendo efectivo contra USA), ya que impulsaría el desarrollo y despliegue del escudo antimisiles.
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No se trataría entonces, como cuenta Postol, de unos chiflados iraníes que han puesto el mundo patas arriba, y de una administración Bush inepta y más chiflada todavía, que no solo no consigue desarrollar armamento antimisil decente (como si el NCADE y el ABL surgieran con la llegada de Obama), sino que además, en sus pifiados intentos ponen a Rusia de los nervios. Siendo entonces cuando justo a tiempo aparece el nuevo y carismático presidente arreglándolo todo. Evidentemente, no es tan simple. Hay por contra unas necesideades estructurales de lucha por el poder que son auténticas fuerzas inductoras en la política internacional y de las que no es fácil escapar.
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Como indica el incisivo Ilia Kramnik "A nuestro juicio, el problema de la DAM más que todo está vinculado a la conservación de la paridad nuclear de ambos países, un asunto que recientemente se debate muy ampliamente a raíz de informaciones sobre probables propuestas de EEUU encaminadas a una reducción radical de los arsenales nucleares estratégicos. En el caso de que ocurra, el acuerdo entre Rusia y EEUU sobre la ulterior reducción del arsenal nuclear, debe incluir de forma obligatoria la prohibición de sistemas de defensa antimisiles análogos a la DAM no sólo en Europa, sino en el resto del mundo. "
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"Lo ideal sería la prohibición absoluta al desarrollo de sistemas antimisiles estratégicos, permitiendo únicamente la posibilidad de crear sistemas locales de defensa antimisiles de aplicación limitada a los denominados escenarios de acciones de guerra."
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"(El) programa nuclear iraní y la DAM son asuntos deben ser objeto de conversaciones entre Rusia y EEUU pero cada uno en el marco de su propio contenido. La problemática de Irán en el marco de asuntos relacionados con Oriente Medio y Asia Central y la DAM en el conjunto de asuntos referente a la seguridad europea y mundial." Fíjese el lector que en Rusia los analistas no están confusos por culpa de los erráticos de la administración Bush, como afirma nuestro faccioso amigo Postol. Kramnik va a la médula del asunto, entiende perfectamente lo de los iraníes, pero dice directamente, que a lo que Rusia respecta, la defensa antimisil es un asunto que compromete la seguridad europea, y que no está relacionado con Oriente Medio. Y que no quieren oir hablar de defensa antimisil alguna, sea de USA, China, o común-global.
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Para darle algo más de información a los Postol de los supestamente "confusos" rusos (ni que fueran tontos y no leyeran la prensa), podemos ir a lo que dice este otro analista ruso, Dmitri Kosirev "Formalmente (aunque sea falso), los planes de EEUU para crear la DAM en Europa es que ese escudo está dirigido contra Irán". Y respecto a lo que podría ser la verdadera política exterior de Rusia respecto a Irán dice "¿Y qué puede pasar si varios sistemas S-300 rusos son instalados en Irán? (...) Lo más importante es que con esos sistemas de defensa, la República Islámica de Irán se sentirá más segura. Y en esto último radica, en cierta forma, el objetivo para Rusia es, si se quiere decir de esa manera, consumar un hecho que demostraría a EEUU que la coyuntura mundial cambia." Es decir, impedir que USA siga expandiénse (Bosnia, Kosovo, Afganistán, Irak, ampliación de la OTAN), y que tendrá a Rusia en frente apoyando a los países adversarios de EE.UU.
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Respecto a contemplar con un mínimo de realismo el que la ONU ,o algún organismo internacional, se hiciera con armamento como el descrito por Postol, difícilmente superaría las contradicciones internas que siempre han tenido los condominios de las Grandes Potencias.

sábado, 21 de marzo de 2009

El miedo y unas defensas débiles impulsan los ICBM de Corea del Norte.




Taro Aso, el Primer Ministro del Japón, creía hace unas semanas que el Consejo de Seguridad de la ONU haría algo por su país, y que incrementaría la presión contra Corea del Norte para que ello disuadiera a la dictadura norcoreana de hacer pruebas con sus misiles. Pretender tal cosa de un organismo colegiado, en el que sus miembros no tienen intereses idénticos, es de una candidez y falta de imaginación imperdonable. Algún tiempo más tarde ha hecho unos movimientos que en apariencia son más realistas y enérgicos. Afirma ahora el Japón que desplegará interceptores en tierra y mar para derribar al misil en caso de adoptar esa decisión. Posee algunos destructures con sistemas Aegis y misiles SM-3, así como unas baterías de Patriot PAC-3, con capacidad para derribarar esa versión del misil Taepodong-2 en caso de que fuera a caer sobre su territorio.

Japón decidió adquirir esas capacidades desde que Corea del Norte hiciera una prueba con un Taepodong-1 en el año 98. Y con los USA como suministrador de equipo y de tecnología, dasarrollan y despliegan juntos un escudo antimisil asiático del que poco se habla en Europa. Ya en diciembre, dos barcos con SM-3 derribaron un misil a gran altitud con éxito, y todos nos acordamos del ataque del USS Lake Erie a un satélite en febrero de 2008 (ver el vídeo al comienzo de la entrada). Los EE.UU. tienen para ese teatro 28 misiles interceptores en la costa Oeste, 18 naves con Aegis, y el radar "Cobra Dane" en las Aleutianas. Y aunque el Almirante Keating dijo que "están plenamente preparados para responder a las órdenes presidenciales", lo cierto es que nadie en EE.UU. se ha atrevido a oponerse a Corea del Norte de manera clara y directa. Esto es una aprobación fáctica de dicha prueba balística. No hay cartas que ocultar en este asunto. Si USA realmente estuviera dispuesta a impedir que Corea del Norte siga desarrollando dicha tecnología, así se lo comunicaría al excéntrico de Kim Jong-Il, para así quizás meterle miedo y disuadirle de hacerlo, y de esa forma conseguir lo mismo a menor precio. Si tu posición de partida no es la de comprar al precio más bajo, se parte de una muy mala posición de regateo. Esto indica que probablemente de forma tácita se ha dado carta blanca a la ejecución de dicha prueba. En una actitud diamentralmente opuesta, en Corea del Norte se sienten invulnerables, y el día 9 de abril se celebrarán muy felices así mismos nombrando presidente del Consejo de Defensa Nacional al pequeño Kim.

Lo que esté por venir quizás no sea sólo la prueba de un misil de alcance intercontinental. De hecho los militares americanos están preparados para salvas de otra clase de misiles, tal y como ya ocurrió en 2006. En caso de que se derribara el misil intercontinental, Corea del Norte amenaza con represalias. Y si eso ocurriera, saldría a la luz que las defensas antimisiles de USA y sus aliados, para defender el suelo japonés y coreano, son ridículas. Los EE.UU. tienen 64 Patriots en Corea, pero Pyongyang tiene más de 800 misiles. Y unos 200 misiles Rodong pueden alcanzar Japón, misiles que podrían no ser interceptados por los Aegis, ya que vuelan a altitudes de unas 180 millas, y los escasos Patriots sólo pueden defender áreas muy reducidas de territorio, áreas de unas 12 millas.

Lo que busca Corea del Norte con estas pruebas, según Masao Okonogi, es tener nogociaciones directas con los EE.UU.. Lo que querría el régimen norcoreano sería partir con una posición de ventaja en las negociacones en lo referente a misiles y la normalización de lazos diplomáticos (una forma de decir que: eres tú USA, no yo, el que anhela un acuerdo porque tienes miedo a que decida ir por libre y desarrollar mis misiles, bombitas y difundirlos por el mundo), además también cree que si no se muestran agresivos y decididos, los USA no los tomarán como una amenaza del todo seria. Respecto al alcance del misil hay que decir que, si en vez de usar el combustible líquido que se empleará para la prueba, fuera de combustible sólido, no sólo podría alcanzar Hawai y Alaska, sino partes más profundas del territorio americano. Gente en Japón, como Hiroyuki Koshoji, piensa que debido a que tanto Corea del Norte quiere exagerar la amenaza que representan (sólo para buscar un acuerdo más ventajoso), como los USA exagerar la maldad norcoreana (para respaldar la próxima generación de SM-3 de múltiples cabezas, el desarrollo de láseres, y el despligue de armas en el espacio con los que anular el arsenal chino y ruso), Japón debiera pensar fríamente la verdadera amenaza de la situación actual y cuidarse de derribar el misil.

Que la prueba de este misil es en realidad una táctica negociadora, es también lo que piensa el presidente de Corea del Sur.

Corea del Norte ya ha avisado a la ICAO y a la Organización Marítma Internacional que entre el 4 y el 8 de Abril entre las 0200 y las 0700 horas GMT, realizará un lanzamiento de un cohete civil para poner en órbita un satélite. ¿Pero por qué encubrir la prueba de un misil de alcance intercontinental a través de un lanzamiento de un cohete civil que pone en órbita un satélite? La razón es que tras los lanzamientos de misiles del año 2006, el Consejo de Seguridad hizo una resolución, la 1695, en la que dicho organismo llegaba a decir que "Exige que la República Popular Democrática de Corea suspenda todas las actividades relacionadas con su programa de misiles balísticos y, en este contexto, vuelva a aplicar los compromisos preexistentes en materia de moratoria del lanzamiento de misiles". De ahí que no sea oficialmente un Taopodong-2 el que se lance, sino el cohete civil Unha-2 (vía láctea), que en vez de llevar una cabeza de guerra nuclear simulada, transportará el satélite Kwangmyongsong-2. Pero como decía Dennis Blair, el Director Nacional de Inteligencia de EE.UU. (ver cuarta noticia del enlace), las tecnologías para ambos cometidos son indistinguibles. Lo de Blair no es opinión contra corriete, sino lo evidente y lo que piensa la mayoría de los analistas, por no decir todos.

El dilema de Obama ante el lanzamiento del misil norcoreano, quizás no sea tal en vista de todo esto. Corea del Norte tiene más misiles para amenazar, que USA y aliados para defenderse (por no hablar de la masiva cantidad de artillería entorno a Seul), Obama estaría derribando un objetivo oficialmente civil (lo que podría dañar su trabajada y admirada imagen conciliadora), además que los intentos de derribarlo no garantizan que se consiga (incurriendo en un gran descrédito para su armamento). Tampoco podría impedir que Corea del Norte siguiera perfeccionando su tecnología balística. Es decir, si EE.UU. derribara ese misil, podría "quedar mal" ante el mundo, no conseguiría casi nada (materialmente hablando) para impedir el desarrollo de misiles por parte de Corea del Norte, impediría (quizás) un acuerdo formal de control de armamentos con ese país (consiguiendo, por tanto, un efecto contrario al que busca, el de limitar la amenaza misil y nuclear norcoreana) y podría desencadenar un intercambio de golpes militares. Por lo que la solución más sencilla es que Kim siga adelante con su numerito de feria, y los USA sigan desarrollando sin precipitaciones un escudo como es debido. Solución sencilla con la que, como neoconservador, no estoy de acuerdo, pero de la que admito sus virtudes.

Como indica Ilía Kramnik, el derribo "conllevará a la ruptura definitiva de todos los contactos entre los gobiernos de estos tres países (USA, Japón y Corea del Norte), y una escalada de la tensión en la región. Esta variante no será aceptada por otros países de la zona como China, Rusia y, finalmente, Corea del Sur que no están interesados en una agudización de la situación en la península coreana. Por esta razón, es probable que EEUU y Japón adopten por otras formas para presionar a Corea del Norte y evitar una acción militar abierta de semejantes proporciones." También nos indica kramnik que "(las naves de guerra dotadas con Aegis y misiles) SM-2 y SM-3, pueden interceptar misiles balísticos en los tramos de despegue y descenso (...) Los buques dotados con misiles SM-3 pueden interceptar objetivos a una distancia de 50 kilómetros (radio de distancia entorno al buque) y una altura de 250 kilómetros y los destructores equipados con misiles SM-2 destruyen objetivos a 25 kilómetros de distancia y 170 kilómetros de altura. (...) recordar que el crucero "Lake Erie", en el Océano Pacífico, destruyó a una altura de 247 kilómetros un satélite (...) Los sistemas terrestres tienen características más modestas, por ejemplo el Patriot PAC-3 puede interceptar la ojiva de un misil balístico a una distancia de 50 kilómetros y a 20 kilómetros de altura, lo que define sus características como arma para proteger objetivos de alta importancia. (...) En la actualidad, la Armada de Japón cuenta con seis destructores clase Aegis, de los cuales dos ó tres están equipados con misiles SM-3. La flotilla de EEUU dotada con este tipo de misiles interceptores y anclada en los puertos nipones consta de cinco buques".

Parece que lo único que queda es disfrutar del espectáculo norcoreano. Aunque en verdad debiera aplicarse más dureza. Porque nadie puede negar que la falta de defensas robustas de las democracias de Corea del Sur, Japón y Estados Unidos, aumenta el daño disuasivo que puede causarles la dictadura norcoreana. Provocando el miedo a actuar de manera decidida para impedir que se haga con el enorme poder que otorgan la unión del arma nuclear y los misiles.

Estos hechos hacen caer a las democracias en un simple y diabólico juego de chantaje, en el que se pacta Seguridad Internacional (seguridad en este caso entendida como aunsencia de conflictos y guerras, porque hay otras formas) a cambio de que permitan incrementar constantemente su poderío bélico estratégico al régimen norcoreano. Los gobiernos democráticos no quieren darse cuanta de, o no quieren afrontar, las limitaciones de las tradicionales estrategias de Equilibrio del Poder del realismo político, que tiene que afrontar un entorno internacional con una estructura estratégica que hoy en día es tildada de naturaleza asimétrica, o como prefiero decir, de Hegemonía Contestada. Tampoco parece que entiendan o asuman el Juego del Gallina (llamado también del pollo, en este enlace más desarrollado) que es de naturaleza paradójica, como lo es toda la Estrategia Nuclear. Frente a la excentricidad estratégica actual que produce el hecho asimétrico, el meridiano equilibrio del viejo realismo deja un hueco por el que se cuelan los Kim y los Ayatolas, los cuales no incrementan más rápido su poder militar estratégico por sus limitaciones industriales, no porque nadie lo impida con algún tipo de punición efectiva y creible. Pero tiempo al tiempo (y ya va quedando poco) La cuenta atrás continúa y nadie sabe lo que habrá cuando el Doomsday Clock (o reloj del Apocalipsis) llegue justo antes de la media noche.

(Fijaros en la evolución del reloj de este enlace, el minutero desde el año 1991 hasta el 2007 ha pasado desde las 23:43 ha las 23:55. Y no se han alcanzo minutos más próximos al Apocalipsis desde los años 1949, 1953, y los primeros años 80, es decir, los peores momentos de la guerra fría. Lo que la situación actual sigue empeorando progresivamente).



El reloj del Apocalipisis (1/5) Juicio Final The Doomsday Clock