jueves, 25 de junio de 2009
Cambio de Blog.
lunes, 22 de junio de 2009
Combate en Afganistán.
Los dos vídeos de arriba son una edición que hice, de unos 17 minutos, centrada en combates de tropas británicas en el verano de 2007. El documental puede verse completo en cinco partes (primera, segunda, tercera, cuarta, quinta). El combate principal, en Kayaki (provincia de Helmand), está en el segundo de los dos vídeos. En el primero se trata de un combate en Mazdurak, donde murieron tres soldados británicos y dos resultaron heridos graves. Luego se trata la peligrosa aproximación por tierra a una zona de combate en Kayaki, donde el peligro de los IEDs es muy elevado.
Comparar con lo relatado por David Beriain (de forma excelente) en la zona española. Guerras Posmodernas recopiló de forma ordenada lo publicado por Beriain en ADN.
domingo, 21 de junio de 2009
El candente estrecho de Ormuz: contrarrestando el peligro de las minas
viernes, 19 de junio de 2009
Congresistas americanos tratan de expandir la producción de F-22.
El Secretario de Defensa Robert Gates, trató de parar la producción en 187 aparatos (como se recuerda en esta entrada), sólo cuatro más de los inicialmente aprobados. Pero muchos republicanos son reacios a esos planes. Aunque la Fuerza Aérea está en contra de suspender la producción de ese avión, habiendo pedido una flota de 381.
El año pasado, Gates despidió a dos altos oficiales relacionados con un escándalo en el movimiento y control de armas nucleares, aunque ello sólo era una torticera maquinación para deshacerse de gente con cargos que apoyaban al F-22.
En el año 2009, el Pentágono gastó 2.900 millones de dólares en esos aviones, con un coste de unos 200 millones de dólares cada uno. El F-22 es un programa que proviene de la Guerra Fría, y ha sido acusado por sus críticos de no adaptarse a los nuevos conflictos. No obstante, los que apoyan dicho avión, dicen que los USA deben asegurar la superioridad aérea frente a países como China y Rusia, por lo que se debe invertir en aviones de caza.
sábado, 13 de junio de 2009
Gates podría replantearse su rebaja en el gasto antimisil.
"Si hubiere un lanzamiento desde un estado canalla como podría ser Corea del Norte, confío en que nosotros podríamos lidiar con ello", dijo Gates el lunes en Alaska, mientras hacía una escala de vuelta a América de su viaje por Asia.
Gates estuvo visitando Fort Greely, donde hay parte del escudo antimisiles, concretamente unos 20 interceptores, y dijo de Pyongyang que "su conducta ha alarmado verdaderamente a la gente".
En el pasado Gates propuso recortar mil millones de dolares del presupuesto antimisil y congelar el desarrollo de interceptores a 30, en vez de los 44 originalmente planeados. Pero el indicó que podría reexaminar su propuesta.
"Mi recomendación al presidente fue hecha para el año fiscal de 2010, y ello no es una decisión definitiva", dijo el Secretario de Defensa.
"Y si la capacidades de uno de estos estados canallas se dasarrollara más rápido, o de manera más preocupante de la que anticipábamos, entonces creo que el camino quedaría abierto para incrementar el número de silos e interceptores".
Se teme que Corea del Norte está preparando el lanzamiento de otro misil de largo alcance, después de haber desafiado las condenas globales a su segunda prueba nuclear la semana pasada y por el disparo de una serie de misiles de corto alcance.
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Lo que dicho por Gates en la presentación de proyecto presupuestario en abril, sobre el tema antimisil, fue lo siguiente.
Cuarto, para proteger de la mejor manera a nuestras fuerzas y las de nuestros aliados de la amenaza de un ataque con misiles balísticos, agregaremos 700 millones de dólares para sistemas defensivos antimisiles de teatro. Concretamente en los programs Terminal High Altitude Area Defense, THAAD, y el Misil Standard 3.
Quinto, añadiremos 200 millones para la conversión de seis naves Aegis más con la capacidad de destruir misiles balísticos (ballistic-missile-defense).
(...)
Pregunta - En lo referido a la defensa antimisil basada en tierra, lo que se ha dicho suena como que no quiere más interceptores. El ABL será limitado al actual avión experimental, que no habrá la compra de un segundo ejemplar. ¿Y qué hay sobre la defensa antimisil en Europa, el interceptor de energía cinética (KEI) y el PAC-3?
General Cartwright - El PAC-3 está en producción y continúa estando en producción, así que ese sistema está trabajando. El SM-3 y el THAAD están pasando de las pruebas y están entrando en producción de serie. Necesitamos esos activos. Ustedes pudieron ver el último fin de semana el comportamiento del THAAD.
Para que el tercer emplazamiento del Interceptor Basado en Tierra (GBI) pueda ser situado, la discusión ahora es si hay suficientes fondos en 2009 que puedan soportar todo el trabajo que necesitamos hacer al ritmo que nosotros determinemos en la revisión del programa, la revisión cuadrienal de la defensa, y la negociación con los países pertinentes.
Pregunta - Sobre el KEI, ¿qué ha pasado?
General Cartwright - ¿El Interceptor de Energía Cinética (KEI)? La fase de impulso de los misiles balísticos será el área en el que haremos más I+D. Claramente, es de gran interés el trabajar la defensa misil en la fase de impulso, porque puedes cazarlo antes de tener que destruir las sofisticadas amenazas o capacidades que pueden surgir una vez haya finalizado dicha fase, como pueden ser señuelos y cosas así. Pero tenemos que encontrar el modo correcto, el balance justo entre esa primera fase, la fase media y la terminal. Nosotros tenemos ahora una buena intercepción en la fase media. Tenemos una buena capacidad en la fase final. ¿Qué necesitamos para la fase de impulso? Qué clase de características hemos de tener en movilidad y localización, etc. Estas son las clases de cosas que tenemos que comprender antes de proseguir con la fase de impulso.
Pregunta - Usted mencionó que solamente buscó amenazas, no la política. Si los misiles de Corea del Norte hubieran tenido más éxito, cómo cambiaría ello su visión del presupuesto, especialmente con la defensa contra misiles?
Secretario Gates - En verdad no habría cambiado nada. Creo que, como dijo el General Cartwright, tenemos para la fase final los misiles THAAD en Hawaii, preparados para defender esas islas. Y si tenemos que enfrentar un ICBM, el Interceptor Basado en Tierra (GBI) podrían encarar el reto bien.
Así que pienso que, como dijo el general, tenemos buenos elementos para enfrentar a un estado canalla y sus misiles en las fases media y terminal. ¿Y qué es lo que estamos haciendo ahora? pues continuar con el I+D en la fase de impulso.
Pregunta - Señor Secretario, dos apuntes sobre la defensa misil. Usted mencionó el asunto de las amenazas, enfatizándolas. La MDA (Agencia de Defensa Misil) ha dicho sistemáticamente que ven una amenaza en las cabezas de reentrada múltiples a mitad de la próxima década, sobre 2015. ¿No pondría en duda la cancelación de e MKV esa advertencia? Y entonces qué pasa con el ABL.
General Cartwright - Pienso en el hecho de que la amenaza evolucionará y se convertirá en un desafío. Pero también en el hecho que probablemente es en la fase de impulso de esa amenaza, cuando podemos atacarla de manera individual, y por tanto más efectivamente, y menos cuando está en el curso medio o final, y ya se ha transformado en multiples objetivos a destruir.
Pregunta - Vale. En la línea referida al ABL, el asunto de la pobre ejecución del programa ha sido uno de lo criterios principales para matarlo. ¿Pero qué salva del programa?
General Cartwright - Bien, la clave del ABL es la energía dirigida. Y por tanto si es el objeto adecuado en el momento adecuado. Verdad que el ABL tiene la capacidad de alcanzar un ICBM en la fase de impulso. Vale. Pero el ABL se sitúa en un nivel rudimentario de la energía dirigida.
Es lo que tenemos hoy, pero necesita ir más lejos. Necesitamos lo objetivos de peso, potencia y de coste, además de reducir los riesgos tecnológicos. Juzgamos que esa tecnología necesita continuar en la fase de I+D y que no está preparado para la entrada en producción.
Pregunta - Sobre Corea del Norte.
Secretario Gates - Corea del Norte.
General Cartwright - Dos cosas han de ser tenidas en cuenta cuando nos fijamos en los misiles de Corea del Norte. Una es su habilidad para desarrollar misiles intercontinentales capaces de transportar un arma de destrucción masiva. Y la segunda es su deseo de proliferar lo anterior para poder vender esas armas alrededor del mundo.
Sobre la primera cuestión, la tecnología que estuvieron buscando después de los primeros dos fallos era la destreza para cambiar de fase. En otras palabras, la transición de la fase de impulso a la siguiente. Y fallaron. Sobre la segunda, la proliferación, ¿podrías comprar algo de alguien que ha fallado tres veces seguidas y nunca haber tenido éxito? (risas)
Pregunta - Si le he escuchado bien, usted dice que con todos estos cambios que ustedes están haciendo ahora. ¿Cómo piensan hacer la adquisición de los sistemas de defensa antimisil, volviendo a los procesos ordinarios de adquisición, o tendrán esos programas su particular forma de compra?
General Cartwright - El intento podría se que los poderes que se dieron a la Agencia de Defensa Misil, con la intención de mover hacia adelante en un área muy estrecha, como era el caso de los misiles balísticos, los misiles balísticos de largo alcance, y el mantenernos centrados para que ello nos pueda permitir avanzar. Esto no lo queremos cambiar. Mantenernos fijados ha sido algo que nos ha hecho bien.
Preguna - ¿Que va a cambiar?
General Cartwright - Cambiará el que tenemos la intención de empezar redirigir y comprender el que en la fase de impulso está el potencial de oportunidades, concentrarnos en la fase de impulso. Recuerden, la idea aquí es la de proteger la tierra patria, la de proteger a nuestros aliados y a las tropas desplegadas. Nos centraremos en nuestras tropas desplegadas y en nuestros aliados y amigos.
Pregunta - Secretario Gates.
Secretario Gates - Quiero subrayar que es sólo un cambio de énfasis, sosteniendo el trabajo que se está llevando a cabo en Alaska, la continuación del I+D y en el esfuerzo para mejorar esas capacidades con el tiempo.
Estamos añadiendo una significativa cantidad de dinero en términos de intentar mejorar la capacidad de defensa contra misiles de teatro. Estamos básicamente maximizando la líneas de producción para el SM-3 y el THAAD. Estamos, como he indicado, con la intención de convertir seis naves Aegis más para que tenga capacidad de defensa misil.
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Pues bien, como parece que además del tema de Corea del Norte, tenemos que vamos a tener más Ahmadineyad, vemos que las amenazas convencionales asimétricas están en auge. También vimos en la entrada anterior que China comenzará su portaaviones. Y recordemos que los rusos pretenden desarrollar a toda costa su avión de quinta generación (además que ahora amenaza a sus vecinos al haberse ya roto completamente los pactos que hicieron posible el fin pacífico de la guerra fría), haciendo que las amenazas convencionales de caracter más simétrico se incrementen también. Que cualquiera de esos asuntos termine en guerra es algo con un alcance mucho más grave para la seguridad de los pueblos democráticos y del occidente que lo que pueda hacer cualquier 11-S. Pero Gates no hace sino minusvalorar estas amenazas y retos como si fueran una vulgar paranoia del complejo militar-industrial, y si por él fuera, pondría mucho más énfasis en combatir guerrillas y dejar a los grandes poderes y los grandes asuntos a su deriva.
No obstante, la realidad es tozuda y esta hace evidente dos cosas. Una que los enemigos de la libertad seguirán desarrollando sus armas esté quién esté en la Casa Blanca, ya que esos países tienen sus propios problemas y ambiciones al margen del verbo del presidente americano de turno. Y dos, que no importa cuanto se gasten en defensa antimisil y que tipo de tecnología desarrollen, esta sólo podrá tener posibilidades de éxito si se combina con un primer ataque contra-fuerza, siendo siempre la defensa antimisil un elemento marginal (pero a la vez ineludible) de la defensa contra la destrucción masiva.
En las imágenes de abajo representaciones sobre lo que iba a ser el MKV, extraidas del blog Ares.
domingo, 7 de junio de 2009
China lista para comenzar su portaaviones.
jueves, 4 de junio de 2009
La quinta columna.
miércoles, 22 de abril de 2009
Entre Ares y Atenea.
A lo que vamos. Desde la web del Instituto Universitario General Gutiérrez Mellado, podemos descargarnos libremente en PDF, pinchando aquí, el libro "Entre Ares y Atenea. El debate sobre la revolución en los asuntos militares", de Guillem Colom Piella. Reseñado muy positivamente por La Harka en su día, el libro resulta una aportación muy importante a la cultura de Defensa en España.
Tras la presentación y la introducción, comienza con un capítulo de carácter introductorio (UNA ÉPOCA DE TRANSFORMACIONES MILITARES GLOBALES). Prosigue con un capítulo donde se distingue y analiza somera, pero claramente, la distinción entre REVOLUCIÓN MILITAR Y REVOLUCIÓN EN LOS ASUNTOS MILITARES. Tras leerlo se nos queda bastante claro que: Revolución Militar, se emplea genéricamente para definir una transformación en el arte de la guerra y de su relación con el Estado y la sociedad. Y Revolución en los Asuntos Militares, como una profunda transformación en la conducción de las operaciones militares que deriva de la aplicación e integración de nuevas tecnologías, doctrinas, procedimientos o formas de organización que convierte en irrelevantes las formas de guerra prerrevolucionarias.
El cuarto capítulo es de carácter histórico, en el que se repasa a través de la Historia Moderna los dos conceptos que antes se mencionaban (REVOLUCIONES MILITARES Y REVOLUCIONES EN LOS ASUNTOS MILITARES A LO LARGO DE LA HISTORIA). Finalmente, en los dos últimos capítulos, se centra la atención en los debates actuales, (LA REVOLUCIÓN MILITAR ACTUAL) de corta extensión, y (LA REVOLUCIÓN EN LOS ASUNTOS MILITARES POSTMODERNA) que es el capítulo más extenso del libro, con casi 100 páginas.
De lectura ágil y escrito con intención divulgadora, es de lo mejor que se ha publicado en España (sin olvidar El nuevo rostro de la guerra, de Javier Jordán Enamorado y José Luis Calvo) para repasar los debates en torno al tema de la transformación y los cambios en los temas de la seguridad y la defensa en su vertiente militar. Una lectura más que recomendable para cualquier frikimili de pro.
martes, 14 de abril de 2009
"Proximaguerritis". La cantidad de F-22 que la USAF necesita.
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Concretamente, lo que ha dicho Gates entorno al F-22, ha sido lo siguiente.
Primero, para sostener la superioridad aérea de los EE.UU., me he comprometido a construir un caza táctico (tactical figther) que pueda ser producido en cantidad y a coste sostenible. Por lo tanto, rocomendaré el incremento en la compra de F-35 JSF desde los 14 comprados en 2009, a los 30 en 2010, con el correspondiente incremento de fondos desde los 6.800 millones de dólares a los 11.200. Queremos planear la compra de 513 F-35 sobre los cinco años del plan de defensa. Finalmente planeamos la compra de 2.443 F-35. Para la aviación naval, compraremos 31 F/A-18 en el año fiscal de 2010.
Tercero, pararemos la producción del caza F-22 en 187. Siendo 183 de ellos los planeados en el actual programa, y los cuatro más que fueron recomendados para ser incluidos en el año fiscal de 2009.
Pregunta ¿Y por qué no han comprado más (F-22)? ¿Por qué no cumpliría el papel (el F-22") que hará el F-35 JSF?
Secretario Gates: La conclusión basica es que, después de todo, el programa se ha completado. Esto significa que no se ha matado al F-22, ya que tendremos 187 de ellos. Que yo recuerde el programa era de 183 unidades desde 2005. Por lo que el programa del F-22 está siendo completado. Y por el asesoramiento militar que he recibido no es militarmente necesario un número mayor que el de 187 F-22.
Pregunta. ¿A qué asesoramiento de la Fuerza aérea se refiere? Ellos le han estado provocando con toda clase de análisis que necesitan 60 más.
Secretario Gates. Ese fue su consejo.
Pregunta. Perdone. ¿Qué ese fue su consejo (...)
Secretario Gates. Sí.
Pregunta. (...) qué usted no necesita más de 187?
Secretario Gates. Sí.
Pregunta. ¿En serio? Vale.
(...)
Secretario Gates. (...) y permítame ponerle un ejemplo. Uno de las procupaciones está relacionado particularmento con el F-22. Bien, los empleos, empleos directos, de acuerdo con los número que están disponible para nosotros sobre el F-22, es que rondan los 24.000 este año. Podrían declinar a 19.000 en 2010, y hacerlo hasta a alrededor de 13.000 en el año fiscal de 2011. Recordemos que el último F-22 saldrá de la línea de producción terminando el 2011.
Pero el F-35 JSF, en 2009, tendrá listos a 38.000 trabajadores en empleos directos. Empeleos que podrían ascender hasta 64.000 en el año fiscal de 2010, y a los 82.000 en el año fiscal de 2011.
Pregunta. Dr. Gates, usted se ha quejado mucho sobre la "proximaguerritis". ¿Es esta propuesta una cura para el chiringo montado en torno a la "proximaguerritis"? Y si así fuera, ¿cómo lo logra?
Secretario Gates. Bueno, ciertamente no lo curará. Podría ser algo incurable.
Lo que quiero decir realmente es que, y permítanme ser muy crudo, si este presupuesto se rompiese como un melón, lo haría en tres cachos. El cacho de "guerra irregular" sería probablemente del 10%, un cacho del 50% sería el correspondiente para lo tradicional, conflicto convencional y estratégico, y habría un tercer pedazo del 40% para capacidades de doble propósito.
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Por su parte, Rebecca Grant (reconocida defensora de ampliar el número de F-22) dice lo siguiente.
La evidencia indica qu e la Fuerza Aérea de EE.UU. estaba lista para tener un total de 243 F-22, y no 187. Haciendo unas simples matemáticas tenemos que sólo 187 F-22 tendrán que reemplazar a 522 Boeing F-15 Eagles actualmente en inventario, por lo que no serán suficientes en una crisis. La compra de 243 F-22 es el mínimo para completar los 10 escuadrones de F-22 en las misiones en ultramar y la defensa de la tierra patria.
¿Qué ocurrió con el número de 243? ¿Está el Pentágono de Obama reduciendo las Fuerzas Armadas de Estados Unidos?
El Almirante Michael Mullen, Jefe del Estado Mayor Conjunto, confirmó en diciembre que él mismo, y el Jefe del Estado Mayor Conjunto de la Fuerza Aérea, el General Norton Schwartz barajaban 60 más, o un total de 243 F-22. El 7 de abril un reportero preguntó a Gates, "recientemente, hace pocas semanas, el líder de la Fuerza Aérea de EE.UU mantuvo publicamente que 260 o 265. ¿Cuándo se cambió de perspectiva?" Gates dijo, "bueno, deberás preguntarles a ellos."(Risas)
El verano pasado, el general Schwartz dijo ante el Senado que el creía que 382 F-22 eran demasiados, pero que 183 eran demasiado pocos. Él prometió "profundizar" en sus análisis y volver con un nuevo número. Schwartz tuvo numerosas ocasiones para pedir que se parara al F-22 en 183 aviones, pero no lo hizo.
Gates mantiene los remanentes de Bush-Rumsfeld en los puestos clave de análisis de programas, y ha formado un pequeño equipo para reducir el presupuesto en secreto, una técnica que domina magistralmente desde que fue director de la CIA. Gates ha ordenado a altos oficiales a que firmen un acuerdo de que no hablarán sobre el proceso presupuestario.
Schwartz nunca tuvo la oportunidad de presentar su análisis de 243 F-22 al Congreso, tal y como había prometido.
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Teniendo en mente los recortes de F-22 de Gates, y las críticas de Grant respecto a que la propia USAF demandaba más F-22, debemos leer también lo que Ilia Kramnik nos dice desde RIA Novosti. Rusia quiere compartir con Brasil el desarrollo de su caza de quinta generación.
Rusia continúa la búsqueda de socios para desarrollar el programa PAK FA (según sus siglas en ruso) para la creación del caza de quinta generación. (...) Además de India, que ya aceptó cooperar con Rusia en el diseño y producción de este avión de combate, posiblemente Brasil será otro socio valioso en este proyecto aeronáutico de mucha perspectiva.
A finales de los años 90, la industria aeronáutica rusa contaba con dos proyectos (Mig 1.44 y Su-37)inconclusos para fabricar aviones de combate tecnológicamente caducos y desde el punto de vista operativo inadecuados. La conclusión de esos proyectos, y la puesta en marcha de la producción en serie de los aviones, permitiría a la Fuerza Aérea Rusa obtener aviones de combate con retraso tecnológico de al menos diez años en comparación con el caza F-22 estadounidense. Por esa razón, a comienzos del actual milenio, Moscú adoptó la decisión de crear y fabricar un caza nuevo (programa PAK FA), y todas las empresas rusas constructoras de aviones de combate como Sukhoi, Mikoyan y Yákovlev expusieron sus variantes respectivas. Finalmente, la empresa Sukhoi fue designada empresa piloto del proyecto. Según diversas fuentes, el caza recibió el índice de fabricación PAK FA T-50.
El comando de la Fuerza Aérea de Rusia reveló que el primer vuelo del T-50 se producirá en agosto 2009. Meses antes en el verano boreal de 2008, tras la aprobación de toda la documentación, los planos para la fabricación del aparato fueron remitidos a la fábrica de Sukhoi en la ciudad de Komsomolsk del Amur, en el Extremo Oriente del país.
Según fuentes autorizadas, en la planta de Komsomolsk del Amur funcionará la cadena de producción del T-50 y actualmente, en talleres especiales avanza la construcción de tres aparatos (prototipos) que se utilizarán en los diferentes ciclos de experimentación que durarán entre cinco y seis años. (...) La fabricación en serie del avión, probablemente a comienzos del año 2015.
Será un caza de la categoría pesada con un peso de despegue superior a las 30 toneladas, que más o menos corresponde a los actuales Su-27. Entre los pocos detalles conocidos se sabe que en los tres modelos de prueba y experimentación se instalarán propulsores 117 fabricados por la empresa Saturn a partir de turbinas de la clase Al-31. Filtraciones de prensa aseguran que el radar a bordo será diseñado por el Instituto de Investigaciones Tijomirov, constructor el radar Irbis para el caza Su-35 BM un caza de generación intermedia (IV+++) y a juzgar por los trabajos que desarrolla el mencionado instituto, el armamento y los sistemas del T-50 serán fabricados en base a los armamentos y sistemas introducidos en el Su-35.
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Si finalmente se desarrollara un caza de quinta generación equiparable al F-22 por parte de Rusia, y que sería exportado a India, Brasil y cualquier otro comprador que pueda postar, la cuestión cuantitativa frente a rivales pontenciales será algo crítico otra vez. Los combates aéreos entre aviones de quinta generación serán dentro del rango de visión o a cara de perro, debido a la baja visibilidad mutua. Y todos sabemos que el Su-35 es una avión que maniobra increiblemente bien. El T-50 es de suponer que lo haga mejor, las ventajas más allá de la línea de visión de las que goza hoy el F-22, y de los combates a cara de perro, desaparecerían. Con el consiguiente coste y bajas que sufrirían los USA, y el evidente efecto disuasivo que eso tiene en el empleo de la fuerza militar para una democracia.
lunes, 6 de abril de 2009
Obama y la Desnuclearización. Una idea sobre su visión de la política exterior.
Los sociólogos para referirse a esto, hacen referencia a la estratificación social. Y se preguntan si es más importante para prosperar en nuestras sociedades capitalistas, el haber nacido en una familia de estrato medio-alto, o el ser una persona de estrato bajo pero que se lo curra. Las estadísticas y su ley de la grandes números, nos dicen que lo primero. Que sin llegar al fatalismo y sin determinar nada al 100%, es más importante el ser de una determinada clase que el currárselo. Yo también creo que se liga más por la cara que por lo que se haga o se diga, que la vida es injusta, y que sin criterio alguno se reparten capacidades muy asimétricamente, unos tanto y otros tan poco.
A lo anterior (hacer y ser) habría que añadir un tercer elemento de análisis, el de la estructura. A grandes rasgos, la estructura de nuestra sociedad es un entramado legal que garantiza la propiedad privada y de libertad de empresa. Algunos dicen que es por culpa de dicha estructura el que existan (ser) las injustas desigualdades (por la propiedad privada, que se reparte desigualmente), y que la competitividad triunfe sobre la solidaridad (hacer) y la caridad (por culpa de la libertad de mercado). Consecuencia de lo anterior, cada uno sólo se tiene a sí mismo, y cada uno tiene que luchar por y para sí mismo. Por consiguiente, es culpa del "sistema" el que la gente no mire por el bien común, sino por el suyo y el de su familia y amigos íntimos. Pero por mucho que se luche, al ser más importante lo que se es (ser rico o casi rico) que lo que se curra, en la gran mayoría de los casos cada persona seguirá en su estrato social. Los que piensan esto, rápidamente deducen que cambiando la estructura (la propiedad privada por la común o comunista, y la libertad de producción por la producción dirigida), la gente dejaría de verse forzada a comportarse depredadoramente, ya que dejaría de existir el mercado "libre" y competitivo, que entonces la bondad comenzaría a aflorar, y que las conductas de las personas estarían dirigidas más al bien común que al privado. Como también todos tendremos la misma cantidad de propiedad, ya no habrían diferencias y estratificación social vertical sino igualdad (o por lo menos una gran semejanza). Al estar el conjunto de la sociedad coordinada y no enfrentada (entre otros motivos), también creen que habría una mayor efectividad productora. Los paraísos de Cuba, la URSS, o Corea del Norte, ya estaban listos para ser construidos.
En esa visión marxista-leninista, atacar la estructura y hacer la revolución era la vía para construir una sociedad nueva, más justa y más eficiente. La estructura tiene la preeminencia al conformar a los seres y las relaciones entre los mismos. Algo que en verdad iba en contra del análisis marxista, en el que la primacía no estaba en la estructura sino en las relaciones de producción. Estas relaciones van conformando a los seres sociales y haciendo variar su número. Creía Marx que la cantidad de entes burgueses estaba en declive (a causa de la ineficiente competitividad capitalista), y la de obreros en auge. También que las condiciones existenciales de los entes estaban radicalizándose, los cuantitativimente menguantes burgueses, cada vez más enriquecidos, y los cuantitaivimente crecientes proletarios, cada vez más paupérrimos (en el marxismo, los seres sociales no son los indivíduos, sino la conciencia de clase). Esa tendencia impuesta por los efectos de las relaciones de producción (situando la explicación en el nivel de relación social, y no en el de ser o individuo, o en el de la estructura o sistema) haría que se llegara a un punto en que la revolución caería como fruta madura y surgiría casi espontáneamente, por necesidad, como ocurrió en Francia en 1789 cuando se convocaron los Estados Generales para recaudar impuestos.
Tomando fragmentos de una de las principales obras de Waltz, "El hombre, el Estado y la guerra" transcrita al castellano por la Revista Académica de Relaciones Internacionales, Waltz nos habla de 1- explicación individual o de naturaleza humana (Como dijo una vez Jonathan Swift, “el mismo principio que lleva a un matón a romper las ventanas de una ramera que lo ha “desairado”, incita generalmente a un gran príncipe a reclutar poderosos ejércitos y a soñar únicamente con sitios, batallas y victorias”), 2- estructural (Rousseau, como Platón, cree que un mal gobierno vuelve malos a los hombres, mientras que uno bueno los mejora. Esto no quiere
decir que el estado sea un alfarero y el hombre una masa de arcilla que no ofrece resistencia a la forma que el artista desea imprimirle. En su ensayo fragmentario titulado “The State of War” y en sus comentarios sobre las obras del abad de Saint-Pierre, Rousseau aplica este criterio a los estados que existen en situación de anarquía. Aunque un estado desee permanecer en paz quizá deba considerar la organización de una guerra preventiva; ya que, si no atacase cuando el momento le es favorable, puede ser atacado después, cuando la ventaja se encuentre de parte del adversario) y 3- el tipo de Estado (Woodrow Wilson aparece ante la historia como una figura que trazó una clara línea divisoria entre los estados pacíficos y los agresivos, y atribuyó a las democracias todos los atributos de los primeros y a los estados autoritarios las propiedades de los segundos. Con un alcance que varía según el autor considerado, se piensa que la existencia de la guerra depende de los diferentes tipos de gobiernos nacionales. De esta manera, Cobden, en un discurso pronunciado en Leeds en diciembre de 1849, dijo: pero en la medida en que la población se gobierne a sí misma, como en Inglaterra, en Francia o en América, se verá que la guerra no se encuentra en el ánimo de los pueblos, y que si el gobierno la desease, el pueblo le pondría obstáculos).
(...)
Si la violencia entre los estados es causada por la maldad del hombre, buscar la reforma interna de los estados no servirá de nada. Y si la violencia entre los estados es el producto de la anarquía internacional, buscar la conversión de los individuos puede lograr muy poco. (...) La explicación de Rousseau acerca del origen de las guerras entre los estados es, en un sentido amplio, la definitiva mientras funcionemos en un sistema de naciones. Mi anhelo de poseer un millón de dólares no me conduce a robar un banco pero si fuese más fácil saquear bancos, ese anhelo motivaría que se cometieran más robos. Pero aún debemos investigar las motivaciones y las circunstancias con el objeto de explicar las acciones individuales. No obstante, podemos afirmar que, dadas ciertas condiciones, un debilitamiento del rigor de la ley conducirá a un aumento de los delitos. Desde este punto de vista lo que cuenta es la estructura social. es decir, las restricciones y los métodos institucionalizados para alterar y adaptar los intereses. Pero cuenta de un modo diferente del que se asocia generalmente con la palabra “causa”. Lo que lleva al hombre a cometer ese delito es su deseo de dinero, su falta de respeto hacia las leyes de la sociedad y un cierto arrojo. Esta idea, aplicada a la política internacional, se transforma - para utilizar las mismas palabras con que resumimos a Rousseau - en el argumento de que las guerras ocurren porque nada puede evitarlas. El análisis de Rousseau explica la reaparición constante de la guerra sin explicar ninguna guerra determinada. Nos dice que las guerras pueden ocurrir en cualquier momento, y por qué sucede eso. Pero la estructura del sistema estatal no hace que el estado A ataque al estado E. Que dicha agresión tenga o no lugar dependerá de varias circunstancias especiales: ubicación, tamaño, poder, interés, tipo de gobierno, historia y tradición.
Waltz en verdad nos da dos niveles de análisis, y no tres tal y como él cree, dos que vienen desde el nivel de el Estado (naturaleza cainita del hombre, de los gobernantes de turno, e ideología del Estado), y otra que atribuye al sistema o estructura (anarquía) la causa de la inseguridad internacional. Pero no explora el nivel de análisis de las relaciones. Por ejemplo, el dilema de la seguridad es una categoría que se centra en la importancia en las relaciones entre Estados para tratar de explicar la seguridad internacional. Según el dilema de la seguridad, no sería ni la motivación de los Estados en sí misma, ni la estructura anárquica la que causa la inseguridad, sino las percepciones que se producen en la comunicación estratégica, en la desconfianz. Desconfianza que nos empuja sin querer a tensiones y guerras no deseadas. El nivel estructural de análisis parte de la Polaridad de la anarquía del sistema internacional, esto es, el número de Grandes Potencias presentes en el sistema. Habría que añadir otros elementos como la proximidad geográfica o el tipo de armas (como por ejemplo, poseer o no armamento nuclear), pero probablemente la distribución de las capacidades, el número de Grandes Potencia, es el criterio más importante para la estructura. No debemos, entonces, confundir el nivel de análisis estructural (la polaridad) con el relacional (el equilibrio de poder, tanto en sus aspectos materiales como psicológicos), que es el mecanismo de relación entre los polos del sistema.
¿Y todo este rodeo entorno al ser, el hacer y la estructura?
Primero recordemos que Obama quiere tratar con Rusia una reducción del 80% de los arsenales nucleares. El tratado que quiere firmar Obama con las autoridades rusas podría reducir de 5.000 a 1.000 el número de ojivas atómicas de cada potencia. El presidente norteamericano establecerá en la Casa Blanca una oficina de no proliferación nuclear que se encargará de esas negociaciones, a cuyo frente se cree que pondrá a Gary Samore. Un posible acuerdo de reducción de los arsenales estratégicos de EEUU y Rusia aumentaría la presión sobre el Reino Unido, que tiene 160 cabezas nucleares, y otras potencias atómicas, para que redujesen también sus respectivos arsenales.
Cuenta la BBC Obama por el desarme nuclear. Su gobierno iniciaría la tarea de reducir su arsenal nuclear y negociar un nuevo tratado de reducción de armas estratégicas con Rusia antes del fin de año. El mandatario afirmó que su país estaría buscando la paz y la seguridad de un mundo sin armas nucleares. "Que debemos estar unidos por el derecho de todos los pueblos a vivir libres del temor".
Mientras haya una amenaza potencial de Irán, Estados Unidos continuará presionando con sus planes para instalar un sistema antimisiles en Europa. Pero dejó la puerta abierta para hacer concesiones a cambio de que Teherán revierta su postura. "Si la amenaza iraní es eliminada, entonces tendríamos una base más sólida de seguridad, y la necesidad de promover la construcción de un sistema antimisiles en Europa desaparece", aseguró. dejó la puerta abierta para hacer concesiones a cambio de que Teherán revierta su postura.
"Si la amenaza iraní es eliminada, entonces tendríamos una base más sólida de seguridad, y la necesidad de promover la construcción de un sistema antimisiles en Europa desaparece", aseguró.
La agencia AFP dice que Obama busca un mundo sin armas nucleares. Gary Samora dijo que el presidente no se hace ilusiones sobre la "muy ambiciosa" visión de que un mundo libre de armas nucleares pueda llegar pronto. "En términos de un mundo sin armas nucleares, pienso que no podemos identificar esto como una posibilidad cercana" (...) "Hablamos sobre medidas prácticas que tenemos cerca de nosotros y que podemos tomar para demostrar nuestro compromiso en alcanzar un mundo libre de armas nucleares, y también para movernos en la dirección de reducir los arsenales existentes".
¿Qué pretende el presidente Obama con esto, cuál es su visión sobre la mecánica de la política internacional? Repasábamos en la entrada anterior el asunto de las carreras de armamentos y el dilema de la seguridad, sobre si eran más descriptores o causadores de la Seguridad o Inseguridad Internacional. Llegábamos a lo conclusión que eran sólo descriptores, y que las armas eran mero instrumento de nuestra voluntad y motivaciones.
Por la declaraciones que hace, parece que Obama sitúa la problemática de la política y de la seguridad internacional, en el nivel de análisis relacional (dilema de la seguridad y carrera de armamentos), en mostrar que no tiene intenciones agresivas, para de esa manera conseguir que no malfuncione dicho dilema de la seguridad y carrera de armamentos. Con esas medidas parece que pretende conseguir que el nivel de paz y concordia internacional se incremente. Es la clásica visión liberal de la política y la seguridad internacional, que fueron expuestas impecablemente en los 14 puntos de Wilson. El punto 4 dice íntegramente: "Intercambio de garantías suficientes de que los armamentos nacionales serán reducidos al mínimo compatible con la seguridad nacional". Obama no ofrece más elementos en su visión sobre la arquitectura internacional que daría paz y seguridad al mundo. Parece que no comparte buena parte de las opiniones liberales tradicionales sobre el tema. Esto me hace pensar que en verdad su iniciativa se debe meramente a un convencimiento personal sobre el peligro que representan dichas armas, más que a el producto de una reflexión madura. Ya fueran reflexiones hechas por él mismo, o por algún asesor suyo con el que comparta ideas y modos de pensar de como debe dirigirse una política exterior, y sobre cuales son la causas de la inseguridad internacional. Para luego obrar en consecuencia, siempre que los intereses y la capacidad de USA lo permitieran. Parece que es un convencimiento personal producto de su educación liberal, proveniente de la típica familia americana blanca con estudios universitarios en la que fue criado, y de su formación en Harvard. Él ha dicho en varias ocasiones que las Relaciones Internacionales era su asignatura pendiente (algo que contrastaba totalmente con el perfil de McCain)
Vimos en la entrada anterior que dicha visión simplista de la inseguridad internacional situada en la carrera de armamentos y el dilema de la seguridad, no resuelve ningún problema serio. Como vimos al principio de esta entrada, eso es algo que también comparten las diversas clases de realismo, como era el caso del neorrealista Kenneth Waltz. Algo que también comparte implícitamente el liberalismo de relaciones internacionales. Obama, con esa simple idea (que le puede rendir sus frutos políticos, como le ocurrió a Reagan con la "opción cero"), en verdad no se situaría en el bando liberal de la política internacional (nombrado tradicionalmente en la RR.II. como "Idealismo"). Creo que Obama es en verdad un político nato, muy hábil y con sentido de la oportunidad, y realista no en el sentido académico, sino que no pondrá los objetivos de los USA más allá de las capacidades de su país.
Pero por qué Obama no puede ser clasificado plenamente como liberal, a pesar de que haga cosas de liberal como cerrar Guantánamo o decir que quiere retirarse de irak. Pues porque la visión liberal de la seguridad internacional se basa en tres principios, que están brillantemente resumidos en los 14 Puntos de Wilson. No en vano, Wilson era catedrático de Ciencia Política, y se nota bastante lo bien amueblada que tenía la cabeza ese hombre, más allá de que se esté de acuerdo con él o no. Los tres principios más elementales de los 14 Puntos son: 1- Seguridad Colectiva, 2- Nacionalismo Democrático y 3- Libertad Económica. Pero Obama ha demostrado tener ramalazos proteccionistas, no está dispuesto a difundir las formas de gobierno democráticas (como hacía Wilson), y salvo en la reducción de armas nucleares, tampoco demuestra suscribir los principios de la Seguridad Colectiva (que son básicamente tres). Pero veamos con algo más de detenimiento los 14 Puntos de Wilson.
I- Seguridad Colectiva (basada en tres principios, resumidos en los Puntos de Wilson 1, 4 y 14) Punto 1- Pactos de paz conocidos de todos, preparados abiertamente, de manera que en adelante no haya alianzas particulares de ninguna especie entre las naciones, sino una diplomacia que proceda siempre con franqueza y de manera pública (las alianzas político-militares quedan prohibidas, cualquier clase de comunicación y negociación política deberá ser "escuchada" por todos, ya que de esa manera se evitará que se formen "grupitos", alianzas informales o alguna clase de conspiración). Punto 4- Intercambio de garantías suficientes de que los armamentos nacionales serán reducidos al mínimo compatible con la seguridad nacional (baja cantidad de armamentos que impida invadir otros países, el armamento será poco "ofensivo", y a carrera de armementos será estable y estará en su punto de equilibrio). Punto 14- Es preciso que se constituya una asociación general de naciones en virtud de compromisos expresos, a fin de procurar a los estados, tanto grandes como pequeños, garantías mutuas de independencia política y de integridad territorial (el mundo entero es una gran alianza y la seguridad de cada Estado quedará así totalmente garantizada, la toma de decisiones político-militares se hará en algún consejo de seguridad de algún tipo de organización o sociedad de naciones). II- Libertad Económica (puntos 2 y 3). Punto 2- Libertad total de navegación en los mares fuera de las aguas territoriales, tanto en tiempos de guera como de paz, excepto si los mares son cerrados total o parcialmente por una acción internacional. Punto 3- La supresión, dentro de lo posible, de las barreras económicas y la consagración de la igualdad de trato en materia comercial para todas las naciones que observen la paz y se asocien para conservarla. III- Nacionalismo Democrático. Son los puntos 5 (referente a colonias), 6 (Rusia), 7 (Bélgica), 8 (Francia), 9 (Italia), 10 (Austria Hungría), 11 (Balcanes), 12 (Turquía y libertad de navegación en los Dardanelos) y 13 (Polonia).
Al apoyar la ampliación de la OTAN falta al punto 1. Al incrementar como hace el gasto en defensa, también falta al punto 4. Y las referencias a algo parecido al punto 14 brillan por su ausencia, ya que no parece que que vaya a apoyar al Consejo de Seguridad de la ONU como organismo mediante el cual lograr la seguridad internacional. Pero recordemos las ideas que apoyaba antes de llegar a la presidencia.
Para renovar el liderazgo estadounidense en el mundo, debemos empezar a trabajar de inmediato para revitalizar nuestro aparato militar (...) Debemos conservar la capacidad para derrotar rápidamente cualquier amenaza convencional a nuestro país y a nuestros intereses vitales. Pero también debemos estar mejor preparados para desplegar tropas en el terreno para enfrentarnos a enemigos que pelean en campañas asimétricas (...) Debemos ampliar nuestras fuerzas terrestres añadiendo 65000 soldados al Ejército y 27000 infantes de Marina (...) comprometer fondos suficientes para permitir a la Guardia Nacional recobrar su preparación y disponibilidad.
No vacilaré en usar la fuerza, unilateralmente si es necesario, para proteger al pueblo estadounidense o a nuestros intereses vitales siempre que seamos atacados o amenazados de manera inminente (yo diría que esto es aceptar los ataques preemtivos-anticipatorios de Bush) (...) También debemos considerar usar la fuerza militar en circunstancias que vayan más allá de la legítima defensa.
Como lo han advertido George Shultz, William Perry, Henry Kissinger y Sam Nunn, nuestras medidas actuales no son suficientes para enfrentar la amenaza nuclear. El régimen de no proliferación está siendo desafiado.
Por último, debemos crear una coalición internacional fuerte para impedir que Irán obtenga armas nucleares y eliminar el programa nuclear bélico de Corea del Norte (...) no excluiré la opción militar.
Una vez leído esto, diríase que la actitud de Obama para la política exterior está más próxima a la del Realismo Defensivo que a la del Liberalismo. Y efectivamente, el Realismo Defensivo surge desde que Robert Jervis escribiera sobre el dilema de la seguridad y en menor grado sobre el neorrealismo de Waltz. Por eso el énfasis en el reforzamiento militar, pero a la vez promoviendo políticas moderadas, poco expansivas, o en el caso que hemos visto, incluso de reducción de armamentos. En el Realismo Defensivo se supone que la motivación de los Estados es más la búsqueda de la seguridad, que la de incrementar el poder, probablemente de ahí sus ofrecimientos a Irán. No será su política exterior la de buscar el incremento del poderío americano, para poder extender luego la democracia cada vez que se presente la ocasión. Mantendrá un poderío elevado para sus FAS, pero marcará unos objetivos mucho menos ambiciosos a su fuerza armada, y tratará de mostrase razonable y equilibrado con sus contrarios, para así tratar de alcanzar acuerdos que proporcionen seguridad a todos.
Pero ya vimos en la entrada anterior que no era en el mundo de la fenomenología psicológica donde está la inseguridad. Las ambiciones nucleares y balísticas de Corea del Norte o Irán son anteriores a Obama y han permanecido básicamente invariables a lo largo de varias administraciones. Esos países tienen sus propios motivos, existan o no los USA. Esas motivaciones enraizan con la historia y la ideología de esos Estados. En el caso de Irán es el dominio de el golfo pérsico, el liderazgo del mundo musulmán, y el antisionismo. Es por esos motivos por lo que Irán quiere bombas atómicas y misiles balísticos, no porque quieran lanzar un ataque nuclear contra Play Boy, o porque temiera un ataque de Bush hijo. Y los problemas con Rusia vienen por el asunto de las áreas de influencia, por el declive espectacular de su arsenal estratégico, el miedo a un escudo antimisiles futuro (que inutilizaría su arsenal nuclear como elemento disuasivo creible en las guerras futuras no existenciales, como defender Georgia o Ucrania), y a que la mera existencia de una única superpotencia a nivel mundial es de por sí una amenaza para la debilidad rusa. No son errores psicológicos, tomarse en serio el dilema de la seguridad es dar por sentado que todos los países desean la paz y la seguridad, cuando todos conocemos que ni Hitler, Sadam o Milósevic anhelaban tal cosa.
Obama puede atenuar la amenaza porque nunca se lanzaría a una aventura tipo Irak 2003, pero los conflictos existen objetivamente. Y ante lo que se le avecina, Obama tiene básicamente tres opciones, 1- retirarse y ceder terreno en dichos conflictos para no producir situaciones desagradables (esto es, inseguridad internacional, vease pepinazos y bombazos), 2- el mantenerlos constreñidos con acuerdos realmente verificables (no como el actual régimen de supervisiones del TNP) o con ataques limitados (como se hacía con Sadam Husein en los 90), o 3- destruir el problema (como hizo Bush en el 2003 con Sadam). Por lo que ha escrito Obama, parece que su estilo será el de la segunda opción, pero ya habrá tiempo para comprobar si termina bombardeando Irán, o es disuadido por las consecuencias de la respuesta iraní, y se retira a la opción 1. Aunque su estilo termine siendo el de la opción dos, lo que no tiene Obama es una gran visión general de lo que debería ser la política exterior, tal y como la tenían Wilson, Kissinger, o los neoconservadores de la época de Bush.
Aquí podéis leer un análisis, más convencional, sobre la política exterior de Obama, publicado en el RIE. EEUU y las prioridades de política exterior de la Administración Obama (David García Cantalapiedra).
lunes, 30 de marzo de 2009
Carrera de Armamentos y Dilema de la Seguridad.
Los términos "Carrera de Armamentos" y "Dilema de la Seguridad" son dos de las claves fundamentales para comprender la Seguridad Internacional. A pesar de su importancia capital, junto a otras claves, uno puede leer muchos manuales de Relaciones Internacionales en idioma castellano sin que lleguen a nombrarse.
La carrera de armamentos conecta profundamente con la Seguridad Internacional a través de la difundida (y fuertemente contestada) hipótesis de la relación de causalidad entre esta y el desencadenamiento de las guerras. La presente entrada se centrará en la carrera de armamentos, mas esta no puede entenderse sin el dilema de la seguridad. Esto es así debido a la propia definición y naturaleza de dichas carreras, en la que los Estados adquieren armamentos para lograr el poder o la seguridad. Siguiendo la obra de Barry Buzan "Introducción a los Estudios Estratégicos", pueden enumerarse cuatro características fundamentales de esas carreras. 1- Son procesos repetitivos, 2- competitivos, 3- recíprocos y 4 hostiles. Ya que según Steiner "las carreras de armamentos son procesos de ajuste repetido, competitivo y recíproco de la capacidad de hacer la guerra". Y según Colin Gray las carreras de armamentos ocurren cuando "dos o más grupos que, percibiendo que entre ellos existe una relación de hostilidad, incrementan o mejoran sus armamentos con rapidez y estructuran sus posturas militares respectivas prestando una atención general al comportamiento militar y político de los demás grupos, teniendo en cuenta el pasado, el presente y la situación previsible en el futuro".
El Dilema de la Seguridad hace referencia a la sencilla idea de que un Estado, al incrementar su capacidad militar contra la amenaza de otro Estado, lo que puede conseguir es en realidad el efecto opuesto, ya que el segundo Estado puede percibir ese incremento como una amenaza al ver empeorado en su contra el balance militar, y decida en consecuencia incrementar su capacidad militar como respuesta. Esto a su vez puede generar que el primer Estado vuelva a incrementar su capacidad bélica. Entrando ya en un proceso repetido, competitivo (el objetivo es "ganar" la carrera), recíproco (los dos Estados se prestan atención y recursos) y hostil (subyacen intensiones agresivas, como en la relación USA-URSS, no como en la relación USA-Canadá)(La relación USA-Canadá en el seno de la OTAN sería de un proceso repetido, cooperativo, recíproco y de aliados).
Siguiendo a Esther Barbé y Orietta Perni en "Más allá de la Seguridad Nacional", el dilema de la seguridad es una noción muy básica, introducida por John Herz en 1951. Se trata de una noción estructural según la cual los intentos de autoprotección de los Estados para preservar sus necesidades de seguridad tienden, a pesar de no ser esa su intención, a despertar sentimientos de inseguridad en los demás. En los años 70 Robert Jervis enriqueció analíticamente el concepto al dar un peso importante a factores subjetivos (psicológicos), no intencionales y de los aspectos interdependientes en las relaciones de seguridad.
Dos Estados en conflicto político, A y B, con una distribución de poder militar de 8 y 10 respectivamente, si A pasa 10, B bien puede interpretar esto como el paso de una situación de seguridad a otra de inseguridad, y pasar a 13, lo que podría hacer que A pase de sentirse seguro a inseguro y tratar de llegar a 13 o más. No en vano a este modelo para explicar el gasto en defensa de los países se le ha llamado de Acción/Reacción. Y puede seguir hasta que uno se retire, se alcance el nuevo equilibrio aceptado por ambos o se produzca una guerra que decida el conflicto político. Podemos ver claramente un detonante, el Estado A, la relación entre dos variables (que pasan de dependientes a independientes tras cada turno), que consisten en la capacidad militar de los Estados A y B, y la presencia de una variable interviniente (el número y proporción relativa de las capacidades militares).
Buzan pone el conocido caso de la carrera naval entre los Imperios británico y alemán antes de la Primera Guerra Mundial. En 1912 Gran Bretaña anuncia que superaría la construcción alemana de dreadnoughts en una proporción de 8:5 y construiría además dos buques equivalentes por cada uno extra que el país germano añadiese a su programa de construcción naval. Esto hace referencia a la magnitud de la carrera. Magnitud, Ritmo y Concienciación son tres conceptos para describir una carrera armamentística.
La Magnitud es el tamaño de la reacción que se produce en una carrera. Que pueden ser de sobrepasar a su rival, igualarlo, incrementar el esfuerzo pero por debajo del de su rival, o incluso reducir su fuerza. El hecho de reducir la capacidad militar puede responder tanto a una carencia de recursos, como el tratar de mostrar buena disposición para el pacto. Esto enlaza con las motivaciones que tienen los Estados para hacer la carrera de armamentos.
La Concienciación es el nivel de sensibilidad de los actores de su impacto mutuo, para que ello permita la posibilidad de gestionar su relación de tal modo que se consiga el equilibrio evitándose la sobrerreacción. Ya sea bilateralmente mediante la negociación de acuerdos para frenar la dinámica de armamentos; o bien unilateralmente, esto es, mediante acciones tomadas por uno de los bandos y encaminadas a evitar el aumento de la sensación de amenaza que supone para el contrario.
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El Modelo de Richardon sobre la carrera de armamentos.
(Extraido de "Análisis político empírico", Jarol B. Manheim y Richard C. Rich) En 1918, el meteorólogo británico Lewis F. Richardosn volvió del servicio de ambulancias de la primera Guerra Mundial muy impresionado por la violencia y destrucción de las que había sido testigo. Estaba resuelto a aplicar sus considerables conocimientos matemáticos y las modernas técnicas científicas al estudio de la guerra. Como la Primera Guerra Mundial había ido precedida de una carrera de armamentos, Richardson concentró su atención en este fenómeno. Por sus trabajos de física, estaba familiarizado con las ecuaciones diferenciales, que se utilizaban para construir modelos de los procesos dinámicos. La carrera de armamentos -pensó- también era un proceso dinámico y se podía abordar con un modelo matemático.
Después de ensayar con una docena de formulaciones matemáticas detalladas, Richardson acabó por establecer un modelo relativamente simple que sólo comprendía tres factores. En primer lugar, la nación X se siente amenazada por las armas de su adversario, la nación Y. Cuanto mayor sea el número de armas que posee Y, mayor será el número de armas que X querrá adquirir para hacer frente a esa presunta amenaza. Pero, al mismo tiempo, la nación X debe atender las necesidades sociales básicas y no puede consagrar toda su capacidad económica a la fabricación de armamento. Por lo tanto, cuanto mayor sea el volumen de armas que posea X menos armas suplementarias podrá adquirir, dada la carga que suponen los gastos. Por último -razonó Richardson-, hay ciertos agravios anteriores que influyen en la cuantía global del armamento pero en los que no influye la cuantía actual. La misma lógica que es aplicable a la nación X, se aplica también a la nación Y, que tiene una ecuación similar. Metemáticamente, este razonamiento se reduce a:
Xt+1 = kYt - aXt + g
Yt+1 =mXt - bYt + h
Los términos Xt e Yt, son los valores de los niveles de armamento en el tiempo t, y Xt+1 e Yt+1 son los valores para el tiempo t+1. Los coeficientes k, m, a y b son todos positivos; g y h son positivos o negativos según que las naciones X y Y sean básicamente hostiles o básicamente amigas una de otra. La amenaza se expresa en el modelo por los términos kYt y mXt, pues cuanto mayores sean estos números, más armas tendrá el lado opuesto. Los gastos se expresan en el modelo por los término -aXt y -bYt, ya que estos términos reducen el nivel de armamento el año siguiente. Por último, las constantes g y h representan el agravio en el modelo, y se consideran fijas en el mismo.
Lo admirable del modelo de Richardson es que es autónomo: si se conocen los valores de los coeficientes y los niveles de armamento X e Y correspondientes a un año, se pueden predecir los niveles de armamento X e Y correspondientes a un año, se pueden predecir los niveles de armamento de todos los años futuros. En teoría, esto confiere al modelo la posibilidad de predecir el futuro, y Richardson pensó que si los políticos podían predecir guerras venideras, podrían aprender a evitarlas.
La asombrosa originalidad de su labor fue ignorada furante décadas. Prosiguió sus esfuerzos, a lo largo de su carrera, en el campo de las matemáticas de las relaciones internacionales, y aun después de jubilado, pero no obtuvo el reconocimiento de los círculos científicos o políticos. Richardson murió en 1953, famoso por sus trabajos de meteorología matemática, pero desconocido en el ámbito de la ciencia política.
A finales de los años 50, un grupo de expertos en ciencias sociales de las Universidades de Chiacago y Michigan redescubrió la labor de Richardson y empezó a publicar sus trabajos. El Journal of Conflict Resolution le dedicó un número completo. Se publicaron en edición adaptada sus dos manuscritos microfilmados. Statistics of Deadly Quarrels y Arms and Insecurity, y su obra se convirtió en piedra angular de la nueva especialidad de las relaciones internacionales matemáticas. En los años 70, el modelo ya había sido ensayado en docenas de carreras de armaentos difirentes y centenares de variantes.
Y funcionaba, aunque, por supuesto, no a la perfección: las carreras de armamentos se producen por una complicada serie de razones, y ningún modelo las recoge todas por sí solo. Pero. en general, el modelo da buenos resultados en las predicciones a corto plazo y -lo que es más importante- ningún otro modelo autónomo funciona mejor. Desde la confrontación europea entre la OTAN y el Pacto de Varsovia a las masivas carreras de armamentos de los conflictos del OrienteMedio y la trágica guerra de 30 años en el sudeste asiático, el modelo de Richardson sobre la carrera armamentista recoge todas sus características. Y, gracias a ello, se descubrió otra aplicación empírica del modelo.
Una característica importante del modelo de Richardson es la llamada estabilidad. Esta, en su forma más simple, determina si la carrera de armamentos progresa en proporción creciente o en proporción decreciente (Con la estabilidad se describe también lo que sucede con la carrera de armamentos si se ajusta a un nivel de armamento mutuamente aceptable, llamado punto de equilibrio, y por alguna razón se modifica el valor de ese nivel, una carrera de armamentos estable volverá al equilibrio, y una carrera de armamentos inestable se apartará más de él). La figura 12.2 presenta dos ejemplos de carreras de armamentos: la carrera estable entre la OTAN y el Pacto de Varsovia, y la carrera inestable entre Irán e Iraq. En ambos gráficos se indican los gastos militares expresados en los anuarios del Instituto Internacional de Investigaciones sobre la Paz, Estocolmo (SIPRI). En una carrera inestable, una vez que los niveles de armamentos empiezan a aumentar, continúan aumentando indefinidamente. En el modelo, van hacia el infinito; en la carrera de armamentos real, la guerra suele intervenir antes.
La evitación de la guerra era, por su puesto, lo que al principio impulsó a Richardson a construir el modelo. Este resulta ser un instrumento bastante correcto para predecir la guerra, pues casi todas las guerras modernas van precedidas de carreras de armamentos inestables. Richardson lo postuló en su obra original, y se ha verificado en estudios más sistemáticos.
A finales de los años 70, Michael Wallace comprobó que la inestabilidad de la carrera de armamentos guardaba estrecha relación con la guerra. Empleando una definición de la carrera de armamentos algo más complicada que la de Richardson, pero basada en los modelos de éste, Wallace constató que de 28 disputas internacionales graves que se habían producido en el período 1816-1965 con implicación de carreras de armamentos, 23 habían desembocado plenamente en una guerra. Y de 71 disputas sin intervención de carreas de armamentos, solamente tres habían terminado en guerra.
Otro ejemplo servirá también para ilustrar este punto. En 1976, W. Ladd Hollist estudió cuatro carreras de armamentos utilizando el modelo de Richardson y los datos sobre gastos militares aportados por el SIPRI. En las carreras de armamentos habían participado, en el período de 1948 a 1973, Estados Unidos y la URSS, India Y Pakistán, Irán e Iraq, e Israel y Egipto. De las cuatro, todas eran inestables excepto la de EE.UU.-URSS, lo que planteaba un cierto problema. Las de India-Pakistán e Israel-Egipto fueron inestables y habían desembocado en la guerra, como predijera Richardson. La de EE.UU.-URSS fue estable y no había dado lugar a la guerra, también según lo predicho. Pero Irán e Iraq habían mantenido carreras de armametnos sin que de ello se derivase una guerra. Esta descrepancia se resolvió en 1980, cuatro años después de que Hollist publicara su artículo, cuando la larga y porfiada disputa entre Irán e Iraq desencadenó finalmente la guerra. Su carrera de armamentos había sido estable hasta finales de los años 60 y no se destabilizó hasta finales de los 70, lo que venía a afinar la predicción anunciadora de la guerra.
El modelo Richardson sólo es uno de una numerosa clase de modelos dinámicos en los que se recoge el desarrollo de un proceso a lo largo del tiempo. Muchos de estos modelos se elaboran mediante ecuaciones diferenciales, muchos adoptan técnicas empleadas para la construcción de modelos del crecimieto demográfico y otros procesos biológicos. Son aún más complejas las simulaciones por ordenador dinamicas, en las que se utilizan amplios conjuntos de ecuaciones demasiado complicados para resolverlos algebraicamente. Con frecuencia, las simulaciones por ordenador tratan de naciones enteras o sistemas políticos y económicos globales, y se utilizan cada vez más para abordar los escenarios hipotéticos de las políticas públicas nacionales e internacionales.
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Desde la perspectiva que nos aporta Richardson, descubrimos los objetivos que debiera seguir la política exterior es la de que, en caso de conflicto entre Estados, si se quiere lograr la Seguridad Nacional, no debe tratarse de aumentar nuestro poder a costa de nuestros rivales. Por contra, debe construirse una arquitectura internacional de tratados y regímenes internacionales que mantenga la dinámica de armamentos estable y en equilibrio. De ese forma, nadie se sentirá amenazado o en la antesala de una agresión, y nadie tendrá capacidad militar con la suficiente ventaja como para ganar una guerra con alta probabilidad de éxito. En crear unas reglas que moderen el natural y primitivo comportamiento depredatorio y competitivo de los Estados (como la política de bloques de la guerra fría, que excluía ese comportamiento en el teatro europeo, pero que la ausencia del mismo fuera de Europa llevó a una dura pugna geopolítica), y en ratificar tratados que limiten y controlen los niveles de armamentos. El conflicto queda así constreñido a las reglas implícitas del sistema interncional, y nadie se verá tentado de comenzar una guerra cuando se encuentre en el momento favorable de una carrera de armamentos (por ejemplo, cuando el Estado B contaba con ventaja de 13 a 10 y temía que A le igualara o le sobrapasase), al mantenerse la carrera de armamentos estable y en su punto de equilibrio.
En la literatura de los estudios estratégicos, la situación descrita tiene un concepto propio, el de la "estabilidad o inestabilidad de la crisis". El concepto, creado a raiz de la evolución de la Estrategia Nuclear y de la teoría de juegos que innaguró von Neuman, dice que una crisis es inestable cuando uno de los dos jugadores encuentra un gran beneficio en atacar primero. Este beneficio sería la capacidad de destruir en ese ataque las fuerzas estratégicas nucleares enemigas (ver en "Teoría de Juegos y Seguridad Nacional" de Steven J. Brams, Marc Kilgour) El descubrimiento de ese efecto estratégico, llevó al desarrollo de las fuerzas de segundo ataque que mantuvieran el equilibrio disuasivo, al asegurarse el que un mínimo de capacidad de represalia de destrucción masiva sobreviviera a ese primer ataque. Ello llevó a un marco estratégico estable (ni la URSS ni USA conseguían beneficios de un primer ataque, ya que no conseguirían desarmar al contrario y ganar la guerra), estabilidad que permitió el desarrollo de tratados de limitación de armamentos que desembocarían en los SALT, ABM e incluso en el actual FACE (todas las conversaciones de esos tratados comenzaron a fines de los años 60). Y aunque es muy cierto que el concepto de inestabilidad de la crisis tiene en cuenta aspectos mucho más complicados que el gasto en defensa o la cantidad de capacidad militar desplegada, no es menos cierto también que es una manera válida de interpretar por qué las carreras de armamentos inestables, muchas veces terminan degenerando en guerras, ya que el desequilibrio (en cualquiera de sus modalidades) siempre fomenta la agresión.
Pero las carreras de armamentos no son lás únicas protagonístas a la hora de desencadenar las guerras. Por más que Michael Wallace en contrara que ente 1816 y 1965, de las 28 disputas internacionales graves que tuvieron carreras de armamentos 23 terminaran en guerras. Y que de 71 disputas sin intervención de carreras de armamentos, solamente tres habían terminado en guerra. Lo más probable es que estemos ante una mera verdad estadística, sin que ello de detalles de una verdadera relación de causalidad, por lo que esa estadística sólo estaría describiendo una correlación espúrea. Por lo que los incrementos de gastos en defensa, solamente revelarían la natural preparación material que ocurre y es necesaria antes de comenzar cualquier empresa (sea o no militar). Además que existe una gran controversia sobre la metodología estadística empleada para dar esas cifras, entre los que emplean la metodología matemática inspirada por Richardson, o estudiosos de la estrategia de corte más ortodoxo como Colin Gray o Huntington. No obstante, en la última guerra entre Estados (la ocurrida entre Georgia y Rusia) puede afirmarse que estuvo precedida por una carrera de armamentos. En la adquisición de nuevo material por parte de Georgia, y en el despliegue, concentración y preparación de fuerzas en la región del arsenal de Rusia (y que por su tamaño no necesitaba adquirir material sino meramente redirigirlo).
Además de las carreras de armamentos, son fundamentales 1- las características de las armas y sus cantidades (es decir, lo que se llama caracter provocativo del armento), 2- los tratados sobre armas (control de armas, prohibición, limitaciones a su concentración, medidas de vigilancia, etc), 3- las alianzas y 4- las reglas informales de conducta. Y tampoco hay que olvidar que la mayor parte de las guerras ocurridas desde la Segunda Guerra Mundial no han ocurrido entre Estados sino que han sido guerras de descolonización, insurgencias y guerras internas. Aunque también hay que decir que las guerras internas suelen tener un impacto comparativamente pequeño en la seguridad internacional, debido a que no suelen afectar a los equilibrios internacionales principales entre las Grandes Potencias.
Desde mi perspectiva personal, diríase que las carreras de armamentos sólo reflejan la preparación material que viste, de forma casi necesaria, toda motivación hostil y de agresión. Una motivación hostil y de agresión que no tiene que ser bilateralmente fomentada. Basta con que un de los dos Estados crea tener alguna clase de derecho a apropiarse de algo, que el otro Estado considera que le pertenece a sí mismo, o que no pertenece al "agresor". Eso sería suficiente para impulsar una carrera de armamentos que se volvería inestable.
Los ejemplos que ponen Manheim y Rich son sumamente esclarecedores. En caso de la OTAN contra el Pacto de Varsovia, la carrera fue estable porque el objetivo del bloque occidental fue el de la mera contención. Occidente nunca su propuso un "roll back". El bloque que controlaba Moscú tampoco se propuso seriamente arrollar al occidente en el teatro europeo. En el caso de Irán-Irak, la política que siguió el Sha tras la retirada británica de sus bases del golfo pérsico, fue la de alcanzar la hegemonía regional, apoyado como estaba por la política exterior de USA de la "doctrina de los dos pilares" (Arabia Saudita e Irán controlarían el golfo y mantendrían alejados de los antioccidentales nacionalistas árabes por un lado, y de la URSS por el otro). Irán se embarcó en una agresiva campaña de adquisición de armamentos, hizo la guerra (no declarada) a Irak para controlar el Shatt el Arab, y se apropió de varias islas. La "derrota" de Irak se formalizó en un pacto en el año 75 muy desfavorable respecto a los intereses iraquíes. El canciller iraquí que firmó el humillante tratado se llamaba Saddam Husein. Persona que posteriormente aprovechó los desórdenes internos iraníes para reparar el daño, y apropiarse de una parte de Irán.
Si como estamos viendo, es el conjunto de las motivaciones (como por ejemplo, dominar el golfo pérsico), las percepciones sobre las amenazas, los beneficios, los costos y las probabilidades de lograr los objetivos propuestos mediate la agresión militar, el verdadero motor que impulsa las carreras de armamentos (siendo el combustible de dicho motor los recursos demográficos, económicos y de industria de defensa). Estas carreras no serían sino el mero epifenómeno del "Interés Nacional". Mas también hay que decir que son las diferentes características de cada epifenómeno particular (de cada carrera de armamentos) las que hacen que las carreras sean estables o inestables, y que hagan que la situación sea también estratégicamente estable o no (que haya o no altas probabilidades de obtener un gran beneficio con un ataque). Siendo el estudio detallado de dicho epifenómeno (y de los otros elementos como el caracter ofensivo-provocativo de las armas y sus cantidades, etc), lo que ayude a explicar que la guerra no sea un mero error de cálculo, sino el que a veces sea una opción racional del Interés Nacional (como también puede serlo la mera contención y la búsqueda del equilibrio). También contribuye al mejor entendimiento de las Potencias al proporcionar un lenguaje universal para las relaciones entre las mismas, y a que no se produzcan guerras y conflictos inenesarios por errores de cálculo, o por no tener en cuenta las sobrerreacciones que nuestros actos pueden tener en nuestro rivales.
Pero afrontar la política exterior como una mera labor para lograr la Seguridad Internacional por la vía de resolver el Dilema de la Seguridad (el de revertir el proceso de la desconfianza en nuestro rival que genera el que nos armemos) es un cuestión valorativa. Lo que valoremos como Interés Nacional para guiar nuestra política exterior, puede ser tanto lo anterior, como el promover la democracia por todas las vías convenientes de cada ocasión (incluso llegando a invadir países para ello, que no siempre se llega a ese extremo), tal y como haríamos los neoconservadores. Los neoconservadores argumentaríamos que son las diferencias ideológicas, (el que al menos uno de los dos países con intereses en conflicto y en carrera de armamentos no sea una democracia, ya que las democracias muy difícilmente se hacen la guerra entre sí), lo que fuerza que el Interés Nacional busque el modo violento de solucionar el conflicto y salir victorioso de la lid. Por lo que la verdadera Seguridad Internacional no sería tanto mediante tratados de no proliferación, control de armamentos, etc, sino el de incrementar el número de Estados con formas de gobierno democráticas, y el que las democracias tengan la superioridad militar contra las dictaduras (y así mantenerlas en disuasión). Los pactos de limitación armamentística como intentos para lograr la Seguridad Internacional, se darían de bruces con el hecho de que las grandes contradicciones de Interés (Nacional) entre las Potencias, hace que en la mayoría de los casos, mas bien pronto que tarde, dichos tratados sean ignorados, ya de manera soterrada o abierta, y comiencen a rearmarse, provocando el que sus rivales se armen a su vez, entrando ya en la vía "estratégicamente inestable" (situación que hace "racional y conveniente" la guerra) de las carreras de armamentos inestables (siempre que sean carreras de armamentos que se autoalimenten, y no que tiendan a desaparecer. Una carrera de armamentos sólo podía estabilizarse si la “fatiga y el dispendio” de la preparación de la guerra llegaban a superar la percepción de amenaza por parte de los enemigos). Ver el debate entorno a los regímenes.
Y fue exactamente eso lo que ocurrió en el periodo de entre las dos guerras mundiales. Las profundas contradicciones entre las potencias vencedoras y satisfechas (USA no deseaba involucrarse en el equilibrio europeo; Inglaterra temía la preponderancia francesa en el continente, lo que la llevó a no apoyar los protocolos que habrían asegurado las draconianas condiciones de Versalles; Francia que le importaba bien poco la democracia y las nacionalidades o que Europa se viera equilibrada entre sí), y las contradicciones entre estas con los perdedores o con los vencedores insatisfechos, produjo que el orden de Versalles se diluyera como un azucarillo en menos de 15 años. No es realista pensar que por arte de magia las potencias actuarán permanentemente en contra de sus intereses nacionales para sostener un equilibrio de poder que mantenía un orden internacional, que además de ir contra sus intereses, era muy injusto y producía resentimiento. No es realista pensar que hicieran la guerra para garantizarlo en el momento en que se produjesen los desafíos. Como decía en la entrada sobre el desafío actual de Corea del Norte, las potencias adoptan "la solución más sencilla, que es que Kim siga adelante con su numerito de feria, y los USA sigan desarrollando sin precipitaciones un escudo como es debido. Solución sencilla con la que, como neoconservador, no estoy de acuerdo, pero de la que admito sus virtudes."
Dicho y hecho. Cuando Hitler y Mussolini desafiaron el orden internacional, las Grandes Potencias interesadas en sostener el por entonces vigente orden, optaron por la solución más sencilla. El paradigma de esta actitud fue el tratado naval entre el Imperio británico y la Alemania Nazi del año 1935, en el que el desequilibrio a favor del Reino Unido se creía que mantendría la disuasión. Dejaban que Hitler siguiera con sus numeritos de feria, mientras en verdad Inglaterra mantenía la superioridad. También se creía por aquel entonces que el miedo a las grandes pérdidas como las de la Primera Guerra Mundial obligaría a las Grandes Potencias a comportarse teniendo en cuenta el dilema de la seguridad, para que ello no desembocara en una carrera de armamentos inestable que degenerase en una guerra que se creía que nadie quería (empezando por el propio Hitler, se decía entonces). De lo que no se percataban era que en verdad, lo que edificaban era el primer peldaño de la escalada de una carrera armamentística inestable. Carrera que no lograrían frenar debido a las motivaciones Hitlerianas (que representaba el Interés Nacional de Alemania por aquellos días) y a los recursos demográficos, industriales y económicos del Tercer Reich. Una carrera que se hubiera evitado si no hubiesen aceptado el rearme alemán y las aventuras italianas. Lo mismo puede decirse de el Japón desde que invadió Manchuria.
Cuando la Seguridad Colectiva de Versalles fue totalmente finiquitada, el realismo político entró en escena (no era ya el "idealismo", mucho ojito con eso), y como siempre, trató de lograr la Seguridad Internacional mediante la construcción de un orden internacional en el que las Grandes Potencias se equilibrasen entre sí mediante un poder relativamente comparable, y el temor a una guerra muy destructiva. Ello pasaba por que Alemania adquiriese una entidad militar de Gran Potencia, y equilibrar así a Francia, Italia y la URSS. Se creía que sería un orden en el que todas las Grandes Potencias podrían defender sus intereses, pero que debido a los equilibrios mutuos impediría que fuesen llevados hasta el extremo y se desencadenase una guerra sistémica. Era la solución sencilla en el que cada uno persiguiendo su interés, se lograba instaurar un orden de paz. Fue el realismo el que creo el marco estratégico por el que Hitler pudo maniobrar hasta lograr posicionarse en el lugar ideal para invadir Europa. El realismo fue el que permitió el rearme de Alemania para que se crease el orden por el equilibrio, y fue el realismo el que para garantizar dicho orden tuvo que hacer la Segunda Guerra Mundial. Un orden que la Seguridad Colectiva de Versalles garantizaba al precio de guerras mucho más pequeñas (ver invasión del Ruhr por Francia). Aunque también era un orden que exigía soluciones menos sencillas, y que iba en contra de los intereses del conjunto del sistema debido a las contradicciones entre las Grandes Potencias que estaban dentro de ese orden. Llevando los razonamientos del realismo, y de la seguridad colectiva del liberalismo, hasta sus últimas conclusiones (un rostro que ellos mismos nunca se atreven a mirar), tenemos que o bien estamos destinados al infierno de las guerras de la política de poder, o a la irrelevancia de unos tratados internacionales que no aguantarían ni un soplido de intereses nacionales en contradición. Destinados a elegir entre un poderío enfermizo y autodestructivo, y la debilidad y ridiculez de los leguleyos internacionales.
Podemos concluir entonces, que la correlación espurea que describen los modelos de carreras de armamentos inspirados por Richardson (y de su contrapunto, el dilema de la seguridad), nos hace realizar deducciones sobre política internacional de consecuencias contraproducentes y contrarias a las buscadas. No es en el mundo mental de la percepción y de la fenomenología psicológica donde reside la causa de la inseguridad internacional. No es la distorsión de la realidad que produce la percepción y la fenomenología la que nos hace cometer errores de cálculo (ya que al no conocer bien la realidad, haríamos actos que no se corresponden con ella y con los efectos que deseamos obtener). Unos errores de cálculo que llevan a embarcarnos a una carrera de armamentos inestable y finalmente a la guerra. Estando en verdad el fundamento en el mundo de la motivación que tienen los Estados (el motor del epifenómeno que es la carrera de armamentos). Siendo después, dicha motivación, la que usando el combustible que tenga a su disposición (demografía, economía, industria para la defensa, proximidad geográfica), y las capacidades relativas de combatir y de represaliar a los otros Estados (el estado en que se encuentra la carrera de armamentos, de lo estable o inestable que se la crisis, y de la situación en la que esté la disuasión), la que discernirá si lo más razonable es respetar o no los acuerdos, y si el logro de sus metas se consigue mejor (o solamente) por la vía de la agresión militar o si merece la pena intentarse.
No es, por tanto, ni la mera percepción, ni el superficial fenómeno de la carrera de armamentos, donde están las causas de la inseguridad internacional y de las guerras entre Estados. El dilema de la seguridad al centrarse en la percepción, nos lleva al idealismo y al alejamiento de la realidad que tiene toda fenomenología radicalizada. Los modelos y los pensamientos tipo Richardson, nos hacen confundir causa con efecto. El fin de la guerra fría, no fue producto de los tratados de reducción y control de armamentos de la época, los INF, START, CFE, etc, que eliminaron la trampa de la carrera de armas. Fue el cambio de las motivaciones soviéticas, que decidieron retirarse de sus aspiraciones de influencia mundial y de control de Europa central y del este, lo que hizo que sus niveles de gasto en armamento fueran innecesarios. Haciendo que en diciembre de 1988 Gorbachov anunciara un desarme unilateral de armas convencionales. No es que de la noche a la mañana los estadistas se hicieran videntes y se percataran las verdaderas y buenas intenciones de la URSS. No, la URSS cambió de motivaciones e intereses (se rindieron), y aceptó que la preeminencia mundial fuera para los USA y sus aliados capitalistas, algo a lo que se resistía desde 1945. El dilema de la seguridad y los modelos de carrera de armamentos tienen una mera utilidad descriptiva (que no es poco, eso no los convierte en despreciables), pero no dan por sí solos ninguna clase de explicación causal sobre la seguridad internacional, que sea mínimamente satisfactoria.